Mons. Martínez Ossola ofició la misa en honor a Santa Rosa

El obispo auxiliar de laiócesis de Santiago del Estero, monseñor Enrique Martínez Ossola, ofició la misa central en honor a Santa Rosa de Lima, en la capilla homónima, ubicada en el barrio 8 de Abril.

Si bien hoy es la fecha litúrgica, la celebración se realizó ayer por ser domingo.

El oficio religioso fue acompañado por numerosos fieles, que respetaron los protocolos sanitarios vigentes por la pandemia de coronavirus, que incluye un aforo limitado en el templo, que depende de la capacidad del lugar, además de sanitización permanente, uso de barbijo y distancia social entre las personas.

Como es una tradición, la imagen de Santa Rosa recorrió la calles de los barrios aledaños a la capilla, aunque en esta oportunidad no hubo procesión, por lo que los fieles devotos saludaron desde sus casas. La celebración litúrgica marcó el cierre de las actividades en donde se evocó a la Santa Patrona, bajo el lema "Habla Señor, que tu pueblo escucha".

En su mensaje durante la homilía, monseñor Martínez Ossola resaltó las virtudes de Santa Rosa de Lima, que desde temprana edad decidió ponerse al servicio de Dios con diferentes obras, como ayudar a los pobres y a los enfermos.

En otro momento de su reflexión, el obispo auxiliar volvió a pedir por el fin de la pandemia, que azota desde hace más de un año a todo el mundo, en donde elevó oraciones por las víctimas y rogó por la rápida recuperación de quienes padecen esta enfermedad.

Isabel Flores de Oliva nació en Lima, en 1586, y falleció el 24 de agosto de 1617. Fue canonizada por el papa Clemente X en 1671, y se convirtió en la primera Santa de América. No fue monja de clausura, sino laica, usando el hábito dominico. A partir de los 25 años quiso que la llamaran Rosa de Santa María. Ayudaba a los pobres y más necesitados de Lima, usando su habitación como enfermería. También se dedicó a la vida de piedad; famosas son sus penitencias, ayunos y mortificaciones continuadas.