De preparar lomitos, a dirigir en el partido de la Selección Argentina por Eliminatorias De preparar lomitos, a dirigir en el partido de la Selección Argentina por Eliminatorias
El jueves a la tarde, como todas las tardes, Rodrigo Rivero estaba preparando los lomitos, milanesas y hamburguesas para vender a la noche.
Pero un llamado le cambió los planes: tenía que ir al estadio único para ser el cuarto árbitro en el partido entre Argentina y Chile. La increíble historia de quien, junto con Francisco Acosta, entró en la historia del arbitraje santiagueño.
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“Estaba en mi casa, preparando la comida para mi negocio y a las seis de la tarde he recibido ese bendito llamado que ni me imaginaba en los más hermosos sueños de mi vida. Era un dirigente de AFA y me preguntaba si estaba bien, si estaba en Santiago, le dije que sí y pregunté qué pasaba porque no entendía nada. Me dijo que me iban a llamar de Conmebol y que iba a dirigir el partido, de cuarto árbitro, porque un integrante del VAR había dado positivo”, le contó a EL LIBERAL
“Primero no creía, pero a los diez minutos llegó ese llamado de Conmebol y me confirman que tenía que ir al partido. Me afeité, como tenía un poco largo el pelo, me puse gel en toda la cabeza para estar presentable. Con mi señora armamos la valija a las apuradas, fue una locura. Pasamos a buscarlo a Francisco Acosta, que también lo habían llamado, y de ahí rumbo al estadio. En ese trayecto los llamé a mis padres y no les agarró un infarto de milagro”.
Estoy muy contento y prefiero seguir soñando despierto. Es un lindo sueño que todavía uno no toma dimensión. El asesor del partido me decía ayer que nosotros no estamos tomando dimensión de dónde estamos presentes, nada más y nada menos que un partido de eliminatorias de la Copa del Mundo. Es algo que va a quedar grabado para toda la vida, en lo personal para mí, para mi familia y también para todos los santiagueños, amantes o no del fútbol”, concluyó.