Temporada de piletas: Cuáles son los riesgo para los ojos Temporada de piletas: Cuáles son los riesgo para los ojos
En épocas de temperaturas altas ir a la piscina es algo que hacemos con frecuencia, pero, cuales son los riesgos?
En nuestra provincia los veranos son de temperaturas muy altas, así que buscar cómo refrescarse de la manera más cómoda y rápida es algo que muchos persiguen.
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Además de tomar bebidas frías, comer ligero o recurrir al ventilador y al aire acondicionado, otra solución es bañarse en la piscina, aquí vamos a analizar las precauciones a tener para evitar problemas oculares.
Normalmente, las piscinas hoy son más accesibles, ya que las hay tanto públicas como privadas. Incluso, se ha generalizado la adquisición de piletas en distintos materiales por lo que hoy muchas familias tienen acceso a piscinas de distintas calidades, ya sea en fibra de vidrio, material o las tradicionales de lona plástica.
Un buen chapuzón gusta a cualquiera, pero debes tener en cuenta algunos factores que pueden poner en riesgo nuestra salud. En este caso te hablamos de los ojos irritados por el agua de la piscina.
¿Por qué se usa cloro en las piscinas?
Es de sobra conocido que las piscinas artificiales llevan cloro, pero ¿realmente qué es? Se trata de un elemento químico que actúa para desinfectar, purificar y mantener el agua limpia.
De esta manera, se evita la aparición y presencia de hongos, virus, parásitos o bacterias que suponen un riesgo para nuestra salud. Además de en las piscinas, también se utiliza un porcentaje de esta sustancia en el agua potable.
Por ello es imprescindible que el agua lleve cloro si queremos que esté en perfecto estado durante bastante tiempo y estando en contacto con el exterior.
¿Cómo evitar que se irriten los ojos?
El problema viene porque el cloro tiene unas fuertes propiedades de desinfección y decoloración que, si excede la cantidad que se le añade al agua, puede causar irritación en los ojos, en el peor de los casos conjuntivitis, en la piel e incluso en las vías respiratorias.
Y no solo eso, además de este agente químico, el agua de las piscinas contiene contaminantes que vienen de las propias personas que se bañan, algunos de ellos pueden ser la orina, el sudor, la piel muerta, la saliva, o cosméticos que llevamos como cremas, desodorantes, bronceadores, colonias
Por todos estos motivos será bueno que estemos prevenidos y así ahorrarnos salir del agua con los ojos rojos, sea por el motivo que sea. Y la forma más sencilla de protegerse es, en primer lugar, ducharnos con agua fría antes y después de bañarnos en la piscina.
Así los residuos del agua se limpian del cloro y demás sustancias, que pueden quedar en los ojos. Después será bueno secarlos con una toalla suavemente.
Otra medida que puede parecer muy obvia pero que muchas veces olvidamos, es usar gafas de bucear o gafas de natación, protegerán el ojo del contacto con el agua y, por tanto, de todas las sustancias irritantes que contiene.
Cuidado con la crema para el sol. Procura echarla de forma que te protejas la piel, pero no la pongas cerca de los ojos, ya que muchas veces este cosmético también puede ser el causante del daño ocular.
Nunca usar lentes de contacto en piscinas
El agua puede ser una vía de entrada de graves problemas oculares, sobre todo, para las personas que utilizan lentes de contacto, con un mayor riesgo de infecciones. Por ejemplo, las que se producen por un microorganismo conocido como Acanthamoeba pueden ser especialmente agresivas para la visión y un 80% de las veces ocurren en portadores de lentillas.
El hábito de bañarse o practicar actividades acuáticas con las lentes de contacto puestas, o ir a la playa y a la piscina con ellas y quitármelas sin tener las manos limpias o los productos adecuados para guardarlas, es totalmente desaconsejable para nuestra salud ocular.
Cómo aliviar la irritación ocular?
Si aun teniendo en cuenta los consejos de prevención que indicamos anteriormente, finalmente, tus ojos se han irritado o dañado, la mejor solución para aliviar esas molestias será utilizar una solución salina de gotas oftalmológicas sintéticas que añadan hidratación a tus ojos. Así se restaura la humedad y se limpia el ojo, además de disminuir el picor poco a poco.
En caso de que la irritación continúe, sea muy intensa o presentes daños más severos que un leve enrojecimiento y escozor, lo mejor siempre será acudir a un profesional oftalmólogo que revise el estado de tu vista y te dé una solución adecuada a tu diagnóstico.
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