La derivación pediátrica oportuna a la consulta fonoaudiológica

Este artículo surge con el objetivo de desterrar mitos sobre el desarrollo del lenguaje y la comunicación; seguido por la función de informar sobre el rol del profesional de la fonoaudiología y su área de incumbencia correspondiente.

Cuando la confirmación de un que un nuevo integrante llegara a la vida de una "familia" (entiéndase familia con el que concepto que más guste), transforma. Produce en aquella persona incubadora de vida una serie de cambios que trascienden lo físico. Y en ese viaje de 41 semanas aproximadamente, la mujer transita la visita médica con cotidianidad, las ecografías se vuelven partes de la conversación, se estudia que el desarrollo de ese embrión luego feto, en fin, bebe, vaya acorde a lo que el tiempo de gestación nos dice; es decir, que tenga todo lo que tiene que tener.

Y llegado el momento de alumbramiento (tan temido, de tanta expectativa), uno osa creer que lo más duro ha pasado. Y nada más alejado de la realidad, pues ese proceso que tomó, en el mejor de los casos, nueve meses, no es ni un minino de lo que la "mapaternidad" significa.

Pues terminado el embarazo, se encuentran con ese ser al que tienen que criar. Ni hablar que durante el embarazo poco se habla de la necesidad de buscar el acompañamiento necesario e importante del pediatra. De seleccionar al que será el SOS, el depósito de dudas, la contención y el despeje de incógnitas de aquellos neo "mapadres".

Algunas se toparán con profesionales que ejercen la medicina desde la humanidad, aquellos empáticos, que sin perder el rigor de su práctica te orientan sobre el desarrollo de tu hijo/a. Como decía el Dr. Gianantonio "cuida a los seres humanos, en esa edad en la que pequeños hechos tienen efectos enormes sobre el futuro del individuo".

La realidad es todavía hay médicos que se limitan a medir cráneo, peso y talla, sin comprender la complejidad de los procesos del desarrollo del niño/a, adolescentes, sus familias y la comunidad.

Hoy los índices nos ponen en alerta pues, un 15-20% de la población infantil presenta un trastorno del neurodesarrollo, y el 7% de la población infantil un trastorno del desarrollo del lenguaje.

¿Y qué cosa no? El lenguaje es una función cerebral superior que comienza a desarrollarse a temprana edad (desde que nacemos) y alcanza su madurez hacia la adolescencia o joven adultez. Es el medio que permite la comunicación, es decir, permite la interrelación entre personas, permite la socialización, y moldea la conducta. Tiene una función que se entrama con otras habilidades cognitivas, es el vehículo para el aprendizaje.

Y siendo tan elemental queda sujeto a expresiones como "ya va a hablar", "cuando entre al jardín se soltará", "es mimado, miedoso, tímido, etc."

La realidad es que cuando hay un problema en el desarrollo del lenguaje, lo pertinente es estudiarlo, porque se consolida con el desarrollo de otras habilidades; habilidades que están antes. "Precursoras" al lenguaje.

La consulta al profesional de la fonoaudiología es preventiva, es el espacio donde el fonoaudiólogo a través de la escucha activa, toma esa duda, inquietud, y con su saber formula una hipótesis, propone, sugiere ayudas en el marco de la estimulación temprana dentro del hogar, a veces con pequeñas modificaciones en la cotidianidad, en la instauración de hábitos o rutinas; y otras veces, cuando es pertinente, la actuación profesional, la rehabilitación terapéutica.

La fonoaudiología es la ciencia que tiene como objeto de estudio la comunicación humana, considerando para ello: la voz, el sistema auditivo y vestibular, la motricidad orofacial y la deglución. Su actuación es transversal a todo el ciclo vital.

Entonces cuando un "mapadre" en consulta pediátrica, tenga una duda sobre el desarrollo del lenguaje de su hijo, cuando vea conductas que le llaman la atención o preocupan, hagan la derivación correspondiente.

¿Cuándo hacer derivación del pediatra al fonoaudiólogo?

- Si durante el embarazo, en las pruebas diagnósticas, sean ecografías, análisis desangre, etc. Surge la posibilidad de defectos congénitos como la fisura alveolopalatina o paladar hendido; algún síndrome genético, como síndrome de Down; en casos de prematuridad, armar el equipo de intervención terapéutica para iniciar la estimulación lo más temprano posible, es la recomendación, el profesional de la fonoaudiología es un integrante más, pues el profesional que se encargara de estudiar, rehabilitar y tratar todo el sistema estomatognático, mas las funciones vitales de deglución y respiración.

- En un neonato, cuando hay problemas en la lactancia materna. Es importante considerar que el estimulo que proporciona mamar el pecho materno condiciona y direcciona el crecimiento y desarrollo de las estructuras faciales del bebe (huesos y músculos) preparándolos para una correcta función masticatoria y estableciendo un correcto patrón de respiración nasal.

- Para realizar las pruebas de diagnóstico para patologías de la audición, otoemisiones acústicas (OEA llevadas a cabo primer mes de vida forma parte de la pesquisa neonatal), potenciales evocados auditivos (PEATC), audiometrías, logoaudiometrias, timpanometrías y otras, el fonoaudiólogo, especialmente los audiólogos son los profesionales encargados de llevar a cabo.

- Si durante el nacimiento, el parto se complica con hipoxia, anoxia, depresión neonatal, sufrimiento fetal, son factores de riesgo importante que el fonoaudiólogo debe observar, estudiar, y rehabilitar, si así lo requiriese.

- En edad de escolar, cuando hay dificultad en el aprendizaje.

- Cuando hay dificultad en la fluidez del habla (tartamudez).

- Cuando hay dificultades en el uso social de la comunicación, (función pragmática)

El fonoaudiólogo no se limita a "enseñar a hablar" o "enseñar la /R/", su actuación profesional trasciende a las tareas de habla.

Es importante tener en cuenta que el lenguaje depende de la estimulación, mientras más temprana mejor pronostico. Y del lenguaje depende la calidad de vida de la persona.