Lucía de GH contó el plan "siniestro" de su padre para curar su homosexualidad

Mientras Juliana, conocida como "Furia" está enfrascada en una guerra personal contra Sabrina, la mendocina que entró a la casa un día después, y a quien quiere ver fuera de la casa, hay participantes de la nueva edición de Gran Hermano que comienzan a desnudar sus historias, como Lucía, la salteña de 22 años, que es futbolista profesional, y viene de una familia tradicional católica, que no acepta la relación que ella mantiene hace cuatro años con otra chica.

Como si narrara hechos de algún siglo pasado, la joven, que tiene 10 hermanos, con tres pares de gemelos. contó que su familia pertenece a un club de elite, en el que "solo los hombres pueden ser socios y a los 15 tenés un baile, en el que te tiene que invitar un chico y se hace para que conozcas a tu futura pareja".

En ese marco, reveló que su novia no puede ir a su casa "porque mi papá la ve y la mata. Mi papá la enfrentó a mi novia y ella se le plantó, es como plantársele a un militar", dijo ante la mirada de asombro de sus compañeros del reality. Asimismo, comentó los problemas que vivió en su hogar por su orientación sexual, y reveló que la quisieron llevar a un centro que "te convierten en heterosexual de nuevo". Al respecto, explicó: "A mí me quisieron enviar con una psicóloga de España que te curaba. Me dijeron con electroshock".

Otro participante que se animó a abrir su corazón ante sus compañeros y el público fue el tucumano Federico Frías, conocido como "Manzana" y "Big Apple". "Imaginate yo, gordito, la gente ya desde ahí me toma punto", señaló el cantante para sintetizar los mensajes de odio que recibe en las redes. "Me encantaba leer todos los comentarios, y en vez de tomar los buenos que eran muchos más, yo me enfocaba en los malos y ahí ya me empezaba a quebrar y trataba de entender por qué la gente era así de mala", dijo.

Ante la atenta mirada de sus compañeros Joel, Williams, Agostina, Emmanuel, Bautista y Sabrina, Federico reveló en qué momento advirtió que las cosas no estaban saliendo bien. "Volví de Ibiza y no me sentía feliz. Estaba de fiesta, pero descubrí que me sentía muy vacío. Empiezo a ir a una psiquiatra y me pude expresar bien, fue increíble cómo ella lograba abrirme y podía contarle lo mal que me sentía", recordó.

Además de la profesional, "Manzana" encontró apoyo en Luciana, su novia, y entonces hizo el click definitivo: "Ahí me di cuenta que no me quedaba otra que ser feliz. Yo la amo mucho a Lulu, y ella estaba ahí bancando muchas cosas malas. Es más chica que yo, y a veces no sabía cómo explicarle las cosas malas que me pasaban ni a ella ni a mis amigos, me ha costado mucho abrirme", relató con lágrimas y recibió la contención de sus compañeros. Los días de convivencia comienzan a hacer efecto entre los jugadores, quienes se toman el tiempo para conocerse y compartir sus historias de vida.