Dolar Oficial: - Dolar Blue:- Dolar CCL:- Dolar Bolsa: - Dolar Mayorista: -

EL LIBERAL . Viceversa

Carlos Virgilio Zurita ganó el Premio Nacional de Poesía 2023

17/12/2023 09:23 Viceversa
Escuchar:

Carlos Virgilio Zurita ganó el Premio Nacional de Poesía 2023 Carlos Virgilio Zurita ganó el Premio Nacional de Poesía 2023

La Academia Argentina de Letras otorgó el prestigioso galardón por su obra  "A falta de otra cosa", que fusiona poesía sobre la pandemia, sonetos y epitafios.

La ceremonia de premiación está programada para marzo de 2024 en Buenos Aires, en la sede de la Academia. Con ella se consagrará a Carlos Virgilio Zurita como el laureado en el género Poesía correspondiente al trienio 2020-2022. Este honor se une a una serie de distinciones literarias previas que han enriquecido la trayectoria de este prolífico autor santiagueño.

El Premio Literario tuvo una comisión asesora en su edición correspondiente al género Poesía (2020-2022), que estuvo integrada por los miembros de número Rafael Felipe Oteriño, Santiago Sylvester y Santiago Kovadloff.

Levísima aproximación a Carlos Zurita. Por Juan Manuel Aragón (*)

Junto a brillantes compañeros de ruta, Antonio Kinen y Alberto Tasso, por nombrar solamente dos, quizás haya sido parte Carlos Zurita, de la generación que tuvo la misión de estudiar Santiago del Estero y llegar a una profundidad a la que nadie se había animado antes.

Desde la Universidad Nacional de Santiago del Estero, bajo su amparo, desarrollaron y desarrollan todavía, una actividad que llevó a que nos descubriéramos como lo que somos, una provincia, al modo que los romanos definieron la palabra como etimológicamente proveniente de Provenza, territorio de tribus hostiles y que engendraba a guerreros belicosos.

Carlos Zurita es parte de la generación que llegó a la universidad después de los fundadores. A los primeros les cupieron las guerras para instalar en Santiago una ciudad dentro de otra, con su lógica de saber y estudio. Él estuvo entre quienes arribaron luego, pero solo por una cuestiónde edad, para afianzar esa conquista, sacando brillo a sus aulas, fatigando su universalismo, llevando a los alumnos a un conocimiento superior, siempre más allá, en su afán de garantizar derechos y brindar y promover oportunidades, según su lema.

Sus cuentos son de una factura que podría llamarse clásica (en uno de ellos me incluye como personaje secundario, junto a Carlos Arturo Juárez, en un guiño magistral y cordial que nunca le agradecí demasiado), siempre contando, hablando, narrando asuntos cotidianos, cosas y situaciones que conoce y que son reconocibles por cualquiera.

En esta crónica que necesariamente debe ser concisa, hay que notar también que su poesía es "intimista", como la calificaría una buena profesora de secundario, nombrando en forma amorosa a su esposa Anita Lamas, a sus amigos y a su gato Charlie Zurita Lamas, ya finado, que era quien le dictaba los versos con que nos sigue deleitando.

Ahora nos damos con que la Academia Argentina de Letras lo ha galardonado con el Premio Nacional de Poesía correspondiente a este año, por su libro "A falta de otra cosa". Las crónicas dicen que antes que él, fueron reconocidos Baldomero Fernández Moreno, Leopoldo Marechal, Francisco Luis Bernárdez, Silvina Ocampo, Manuel José Castilla y Juan Gelman, entre otras entrañables voces argentinas.

Su palabra, de rotundas afirmaciones mediatizadas a veces por el humor o la ironía, resonará  en la sede de la Academia, en marzo del año que viene, cuando le entreguen en mano el merecido galardón. Detrás de Carlos estarán seguramente sus amores, algunos amigos y también lo acompañaremos sus conocidos y aquellos a quienes entrevistó durante toda su vida para ir formando la historia de los últimos años de la provincia, en sus trabajos, en sus sueños, en la profunda levedad del ser santiagueño, con una personalidad forjada en sus pueblos y ciudades, en sus barrios, en sus calles, en sus caminos y una realidad, su trabajo, que en estos mismos momentos quizás está huyendo por los bordes.

Alguna vez hemos compartido la misma redacción de un diario, un lugar hecho de unos pocos sueños y enormes desilusiones, cuando en menos de 50 metros cuadrados de territoriosantiagueño, pequeños aspirantes a periodistas, convivíamos con él, Alberto Tasso, Pedro Cayetano Ferrera de Castro, y se sumaban Esteban Peicovich, de Buenos Aires, y tantos otros.

Recuerdo que me dio una mano para que mi primera crónica en la sección "Policiales" fuera, sino un dechado de periodismo, al menos una nota decente. Muchos agradecen todavía susapiencia para enseñar el oficio sin que pareciera que lo estaba haciendo.

(*) Juan Manuel Aragón es periodista y escritor. Editor de la revista El Punto y la Coma y delblog ramirezdevelazco. Es autor de los libros "Platita", y de los fanzines "Yo lo llevé a Peteco ala Salamanca y otras leyendas del pago", "La Madre del Monte y otras leyendas santiagueñas"y "El remís con chofer sin cabeza y otros espantos", entre otros.

POESÍAS DE CARLOS VIRGILIO ZURITA A CHARLIE

No me impida escribir sobre mi gato

lo ya dicho por Neruda, Baudelaire,

Borges o el misterioso Apollinaire:

algo debo decir en mi formato.

Tutor de metafísica y soltero,

santiagueño con cola que rehúye

las caricias, y todo lo que fluye,

hasta el amor, eterno pasajero.

Por este mundo de simulaciones,

él descalzo y desnudo se desliza

como una sombra por habitaciones

y territorios donde nadie pisa.

Esta es su casa. Creímos ser sus dueños,

sólo somos materia de sus sueños.

RETRATO DE ANITA PENSATIVA

Primero se impregna el fondo de la tela con todos los destellos

de un atardecer de abril.

Después se dibuja una silla para que se siente la modelo.

Se la coloca en el jardín, junto a las caléndulas y las alegrías

del hogar.

En ese instante

hay que retirarse unos pasos para captar el conjunto:

entonces

se advierte que el centro del cuadro será la mirada de la dama.

Pero lo primero que aparece sobre la tela es el contorno de la lejanía;

luego se continúa esbozando el rostro, el cuello,

los fundamentales hombros.

Es casi imposible, pero hay que dibujar el pelo.

Para hacerlo, el retratista debe entrecerrar los ojos

y evocar el movimiento espumeante de las olas, recordar

las puestas de sol en el mar de Turner.

Hay un momento

en que uno se aleja del cuadro

y lo contempla:

reconoce

la figura de una mujer con una blusa color burdeos

sentada entre las flores de su jardín.

Y descubre

que es el retrato de una dama pensativa,

porque sus labios están descuidadamente entreabiertos

y su mano derecha juega con un botón de su camisa.

Hay que retomar el trabajo y ultimar los detalles,

resaltar los efectos de la luz,

con ciertas pinceladas descubrir

la atmósfera de la llovizna en el anochecer.

Pero resta una tarea final.

Hay que imaginar

la gama de todos los índigos,

azules y violetas,

y pintar

sus ojos.

Entonces

el cuadro se ilumina.

CUMPLEAÑOS DE UN AMIGO

A Alberto Tasso, escribiente

El transitar me ha sido deparado

una parte importante del camino

con un amigo que lleva el destino

de recoger al mundo a su cuidado.

Nunca cierra las puertas de su casa

y por doctrina evade los cerrojos

queriendo descifrar con propios ojos

los enigmas de la vida que pasa.

Es dibujante, calígrafo y poeta,

ningún paisaje le resulta ajeno,

un horizonte móvil es su meta,

los vagos espejismos su terreno.

Varios sueños alienta, pero hay uno

real: ser todos los hombres y ninguno.

Lo que debes saber
Lo más leído hoy