Dos días antes, el salvaje femicida de Agustina Ibáñez ya la había amenazado con una navaja Dos días antes, el salvaje femicida de Agustina Ibáñez ya la había amenazado con una navaja
Mientras la familia de Agustina Ibáñez no halla respuestas ni consuelo para la terrible pérdida, el femicida Gustavo Santillán, alias "Pasty", continuaba anoche internado con muerte cerebral en el Centro de Salud Banda y, en paralelo la Fiscalía investiga cómo sucedió el crimen.
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El femicidio que sacudió a Fernández sucedió minutos antes de la medianoche del domingo en el paraje Pozo Suni, tal como lo adelantó en exclusiva EL LIBERAL, en una vivienda deshabitada que pertenecía a la familia de la víctima.
La fiscal de la Unidad de Violencia de Género e Intrafamiliar, Dra. María del Pilar Gallo, junto con personal de la División Homicidios y Delitos Complejos Banda trabajó en el lugar del asesinato durante toda la madrugada.
Según las primeras averiguaciones realizadas por las autoridades de la causa, se supo que la adolescente de 16 años, del paraje La Loma, estuvo toda la mañana en su casa y hasta las 15.
La Dra. Gallo se entrevistó con Verónica Orellana, mamá de la menor, quien expresó que luego Agustina salió con su hermana (12) con destino a un campeonato de fútbol en la localidad de Pozo Suni.
Allí debía encontrarse con su amiga, una adolescente llamada Tamara. Además Agustina tenía la misión de comprar bolsas plásticas para que su mamá armara paquetes con golosinas para el quiosco que tienen en la casa.
La mujer reveló que no supo qué pasó con sus hijas sino hasta las 20. Al ver que no volvían llamó a Agustina y ésta le respondió que ya iban a regresar, que les faltaba comprar el encargo. Según expresó Verónica a la fiscal, al ver que sus hijas no llegaban subió a su moto y se trasladó hasta la cancha. En el camino se topó con la menor de 12, que le dijo solamente que Agustina ya iba a volver a la casa. Pero no le dijo dónde estaba.
Cerca de las 22, Verónica recibió un mensaje de Agustina que le decía: "Vero, me iré lejos con él, ahí seré feliz". Este escrito preocupó aún más a la mujer ya que su hija no solo que no le decía "Vero", sino que tampoco enviaba mensajes escritos. Siempre se comunicaba a través de audios.
Luego observó que en los estados de Whatsapp de su hija había una foto con el acusado y un texto llamativo, por lo que sus sospechas de que la menor estaba en problemas se acrecentaron y otra vez salió a buscarla. Así fue como llegó a la casa de Tamara. La menor, al saber que la adolescente no aparecería le confesó a Verónica que el día viernes el femicida había atacado dos veces a su hija.
"Hace dos días, cuando estábamos cerca de la cancha de Fernández, ''''Pasty'''' la vio a la Agustina y la tironéo de la ropa. La gente que vio eso llamó a la policía, cuando llegó él nos dijo que no digamos nada", fueron las primeras palabras de Tamara. Luego la menor terminó confesando: "Cuando íbamos por un camino vecinal él nos vuelve a encontrar y saca una navaja y se la pone a la Agustina en el cuello".
Asustada, Verónica le pidió a los gritos que le informara dónde podía estar su hija. Tamara le dijo que podría ser en una casa cerca de las escuela piloto de Fernández o en Pozo Suni, en la casa que ellos tenían deshabitada. En ese momento Verónica recordó que la menor tenía la llave de tal inmueble por lo que no dudó y fue hasta ese lugar.
Al llegar encontró la moto de "Pasty" y la puerta abierta. Como no había luz prendió un encendedor y notó que sobre un colchón estaba el cuerpo de su hija junto al de Santillán. Entre medio de ellos el arma y a los pies de él los teléfonos celulares. Según el relato de Verónica ante la Dra. Gallo, en ese momento no advirtió que su hija estaba muerta. Solo atinó a llamar por teléfono y pedir ayuda. Cuando la ambulancia llegó se llevó a uno de los cuerpos, ella no supo que se trataba del femicida. Subió a su moto y fue hasta el hospital. Ya en el hospital zonal de Fernández fue alertada de que su hija no iba a llegar, ya que había muerto dentro de la vivienda deshabitada.
La mamá de Agustina contó a la Justicia que había recibido comentarios de los vecinos de la zona de que la menor había retomado el contacto con el asesino. Ella le había reclamado tal situación y la menor se lo había negado rotundamente. Su madre en ese momento, al no quedar conforme, comenzó a seguir sus pasos por tres días, pero no logró confirmar si habían vuelto a tener contacto o no.
En los próximos días la Fiscalía solicitará que tanto Tamara como la hermana menor de Agustina sean entrevistadas en cámara Gesell.
Mientras tanto, aguarda el informe con los resultados de la inspección ocular realizada por los detectives bandeños realizados ayer con la luz del día, y el relevamientos a los vecinos quienes habrían expresado que vieron a la menor y al acusado juntos en el campeonato de fútbol.
El femicida estuvo preso por 9 meses, acusado de amenazas
En marzo del año 2021, cuando Agustina tenía 16 años, su mamá Verónica realizó al menos dos denuncias penales en contra del femicida por el delito de amenazas. En ese entonces la mujer reveló a los investigadores que Santillán le había apuntado con un arma de fuego a su hija y le habría manifestado que la mataría. Tras la denuncia, el Dr. Mariano Gómez —fiscal de la Unidad de Violencia de Género e Intrafamiliar— ordenó que fuera aprehendido.
Desde entonces Santillán estuvo tras las rejas acusado de amenazas calificadas, pese a que no se había secuestrado el arma que el sujeto usó para amedrentar a la menor, hasta el mes de septiembre cuando fue excarcelado por el Dr. José Luis Torrelio, juez de Control y Garantías.
Al quedar en libertad, Santillán tenía prohibido acercarse a la víctima. Medida que en ese momento habría cumplido ya que Verónica informó a la fiscalía que según los dichos de Agustina éste "no volvió a molestar". Esa causa fue elevada a juicio oral. Pero la fijación del femicida continuó.
Tiene muerte cerebral y su estado es desesperante
Gustavo Santillán (22) ingresó al Centro de Salud Banda pasadas las 0.15 de ayer. Los galenos que lo recibieron indicaron que tenía una herida de arma de fuego en la región parietal occipital izquierda, con orificio de salida en la región occipital derecha.
Ante el cuadro desesperante, los profesionales de la salud intervinieron quirúrgicamente al femicida y quedó internado en terapia Intensiva con pronóstico reservado.
Ya durante la mañana de ayer lunes los médicos que, por pedido de la Dra. María del Pilar Gallo, examinaron nuevamente al asesino explicaron que el diagnóstico era muerte cerebral a raíz de las lesiones que le causó la bala.
Anoche continuaba internado en el CIS Banda y fue familia esperaba un milagro.