El olfato y la pérdida del gusto son los principales síntomas del Covid-19 El olfato y la pérdida del gusto son los principales síntomas del Covid-19
La pérdida de los sentidos, como el gusto y el olfato son los principales síntomas que tienen los pacientes con Covid-19. Los estudios lo demuestran así. Inclusive, hay testimonios de pacientes que también lo señalan.
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Uno de esos ejemplos, corresponde a Ricky Thomson, un joven australiano, de 28 años, quien se volvió a contagiar de coronavirus, y se dio cuenta, precisamente, por la ausencia del olfato y del gusto. Así lo explicó a Deutsche Welle (DW), una de los principales medios de comunicación de Alemania.
Recordó que a lo largo de seis meses sufrió de esas pérdidas, generándole toda clase de incomodidades, hasta su propia conexión con la realidad.
“Cuando empezaron a abrir de nuevo los gimnasios me sentí muy cohibido por el hecho de que pudiera oler mal y que no pudiera notarlo. No podía oler el desodorante ni nada”, sostuvo.
La pérdida del sentido del olfato -o anosmia- era una afección relativamente desconocida.
Actualmente, forma parte clave del diagnóstico del Covid-19.
El porcentaje exacto de personas que experimentan la pérdida del olfato varía según los estudios, pero la mayoría de las investigaciones consideran que es un efecto secundario común.
Hay quienes –incluso- pueden experimentar la pérdida de la quemestesis: sensibilidad de la piel y la mucosa, por ejemplo, en la lengua.
¿Cuáles son las consecuencias?
Muchos dicen que podrían prescindir del oflato, pero los expertos advierten que es un sentido mucho más importante de lo que se cree. La pérdida del olfato puede ser "extremadamente traumática para las personas. Desafortunadamente, mucha gente no se da cuenta de eso", indicó Rachel Herz, psicóloga y neurocientífica de la Universidad de Brown, en Estados Unidos.
Los olores se procesan de forma diferente a los otros cuatro sentidos. Es el único sentido que evita el tálamo -el centro de transmisión sensorial del cerebro- y va directamente a la corteza olfativa primaria, donde se procesan y almacenan los recuerdos: "Esa vía neurobiológica es la razón por la que el olor evoca recuerdos y causa reacciones tan fuertes", afirma Julie Walsh-Messinger, psicóloga clínica de la Universidad de Dayton, en EE. UU.
"Nuestro sentido del olfato es realmente lo que impulsa el comportamiento social", añadió Walsh-Messinger, quien lleva años estudiando la pérdida de olfato a nivel académico y se infectó con el virus en marzo de 2020, por lo que experimentó estos síntomas por sí mismo.
La pérdida de olfato se ha relacionado con mayores tasas de depresión y ansiedad. Una investigación publicada en julio de 2020 descubrió que las personas que habían recuperado su sentido del olfato tras sufrir el Covid-19 experimentaron una mejora en su bienestar mental y en su nivel de interacción social.
¿Cómo causa el Covid-19 la pérdida del olfato?
Aunque la ciencia aún no se pone totalmente de acuerdo, un consenso emergente sostiene que el coronavirus altera las células en la nariz, provocando la pérdida de olfato.
En la nariz se encuentra el epitelio olfativo, que alberga neuronas olfativas -responsables de detectar el olor- y otros dos tipos de células, las basales y las de soporte.
Estas últimas tienen un alto número del tipo de enzimas que necesita el SARS-CoV-2 para entrar.
Esto significa que el virus se une muy fácilmente a este tipo de células en la nariz y, al hacerlo, los científicos creen que crea una inflamación que hace que las neuronas sensoriales olfativas se apaguen, señaló Rachel Herz.
"Me molesta es que la gente no se cubra la nariz con la mascarilla. Esa es una de las principales vías de entrada del virus", señaló.
¿Y el gusto?
Aún no está claro cómo el virus afecta al sentido del gusto y la quemestesis de las personas, advirtió en tanto Masha Niv, profesora asociada de la Universidad Hebrea de Jerusalén, en Israel.
"El gusto está alterado en muchos pacientes Covid-19 (70%), y sabemos que es realmente ese síntoma, porque se informa que los sabores dulce, salado, amargo y ácido están alterados", explicó Niv a DW.
Un amplio estudio internacional realizado en junio de 2020, del que es coautora Niv, descubrió que la quemestesis afectaba a cerca del 50% de los pacientes con Covid-19 que declaraban haber perdido el olfato y el gusto.
Aunque el gusto y la quemestesis son sentidos distintos que dependen de los receptores gustativos y los nervios sensoriales, en combinación con el olfato, los tres desempeñan un papel en lo que consideramos el "sabor" de los alimentos y las bebidas.