“La pobreza creciente, la marginación, el olvido originan muchos sufrimientos en la familia”

Prontos al comienzo de la Cuaresma, el camino que los cristianos inician hasta la pasión, muerte y resurrección de Jesús el Domingo de Pascuas, el obispo diocesano, monseñor Vicente Bokalic, dijo que es un tiempo en el que muchas personas acuden a la espiritualidad buscando consuelo a sus grandes preocupaciones, que en este momento están atadas a la pobreza, al abandono y la falta de oportunidades de los jóvenes que encuentran escape en las drogas y el alcohol, lo que termina "fragmentando las familias".

"Las preocupaciones, el sufrimiento, la postergación, provocada por tantos factores distintos, origina mucho sufrimiento en los hogares con nueva lacras que se han metido fuertemente en nuestra sociedad y que han llegado al profundo interior, todo eso motiva desgarros en las familias, en las comunidades", acentuó el obispo.

Lacras sociales

Para ser más preciso, dijo que esas lacras son "la droga o el alcohol, que para muchos de nuestros jóvenes significa un escape a "la pobreza creciente, la marginación, el olvido, la falta de horizontes y de posibilidades, como queriendo evadir una realidad muy dura, y provocando sufrimiento y fragmentación de la familia que es el ámbito natural en el que uno crece y se cuida de la vida".

"Eso ha llegado al interior profundo y es un desafío muy grande para nosotros atender a esto y poder acompañar y brindar lo que podemos, hacemos lo mínimo, porque hay organismos que deben trabajar en ello", lamentó.

Y aseguró que ese estado de la gente, lo percibe en lo personal y "lo perciben nuestros curas que están en contacto permanente con la gente que llega buscando el auxilio, una oración, una bendición, una presencia de lo religioso en ese mundo del dolor".

Raíces espirituales

Justificó esa búsqueda de la gente en que "somos un pueblo muy atado a nuestras raíces, y no lo tenemos que perder, hay cosas que pasan de algún modo, pero las raíces las tenemos que mantenerlas muy firmes porque son las que nos salvan en los momentos de desconcierto y de dolor".

Sobre la reacción de la gente cuando se vienen estas celebraciones especiales de la Iglesia Católica, el obispo diocesano admitió que "la gente transmite a la espiritualidad los momentos difíciles y de crisis".

Vulnerabilidad

"Tenemos la prueba de la tremenda conmoción que provocó en nosotros la pandemia, que nos desnudó, porque nos creíamos soberanos y poderosos, y un pequeño virus nos hizo caer en cuenta de lo vulnerable que somos. Esa es la realidad humana, y por más grandes que sean los títulos o los poderes, se diluyen todos", enfatizó.

Agregó que "en esos momentos de debilidad, de tanto sufrimiento, muchísimos han recurrido a Dios buscando consuelo, auxilio, fortaleza, para encontrarle sentido a tanto dolor. Los momentos de crisis provocan un apertura a lo trascendente, a la vida espiritual, sino todo es material, y viviendo en este mundo tan alocado, tan vertiginoso creemos que porque tengamos tal o cual cosa material ya estamos salvados, pero en un instante se nos va todo, esa es la condición humana, y en ese momento nuestro pueblo, que tiene raíces espirituales y se vuelca a su fe".

Un tiempo fuerte para los cristianos

Con motivo de la Cuaresma, tiempo que comenzará mañana con el Miércoles de Cenizas, monseñor Vicente Bokalic aseguró que se trata de "un tiempo particularmente fuerte para los cristianos, porque el final de la Cuaresma es volver a reafirmar nuestra fe en el Cristo muerto y resucitado".

"Este tiempo especial de la Iglesia es apenas un caminito de preparación, que nos va a llevar al Domingo de Pascua, donde renovamos nuestras creencias".

No obstante, dijo que también es un tiempo de profunda reflexión para cada uno de los cristianos, sobre a dónde conducen las convicciones que se tengan en este momento.

"Y como católicos, nos tenemos que pensar dónde estamos parados hoy, qué estamos buscando en nuestra vida, porque a veces con el vértigo que vivimos, un mundo de sensaciones permanentes, nos impide parar un poco a reflexionar qué estamos haciendo en nuestra vida, hacia dónde vamos", enfatizó el obispo.

Monseñor Bokalic presidirá el próximo miércoles la tradicional ceremonia de la imposición de cenizas, con la que la Iglesia Católica se prepara para el momento más importante de su calendario, que es la Pascua de Resurrección. Invitó a participar a toda la comunidad de esta importante celebración.