Ya estaba el “10” y apareció el “1”

Fue el turno del arquero hoy. Hasta el gol, la Argentina estaba bien, dominando el partido, con dos situaciones claras, o tres. Pero después del gol, el equipo entra en un estado de pasividad y Colombia le maneja la pelota. No le genera tantas situaciones, pero sí le crea situaciones de pre gol.

Lo defendió muy atrás la Argentina. Los volantes internos, en este caso Lo Celso y De Paul, no están preparados para la contención. Entonces el equipo necesitaba un cambio de aire en la mitad de cancha que llegó un poco tardo con los ingresos de Paredes y Di María. Pero a mi entender no debió salir González, que se lo veía entero, y sí De Paul que estaba más cansado.

Colombia empata merecidamente y Pezzela defiende muy débil en el gol. Después, la Argentina se acomoda de nuevo e intenta ir por el triunfo, sin tanta claridad, pero generando situaciones de gol.

Al equipo se lo ve que quiere, que hay mucha hambre de gloria, mucha juventud. Pero también mucha presión. Se lo vio muy presionado al equipo por ganar, por eso en los festejos todos lloraban. Hay mucha gente que es su primera Copa América con la selección y eso pesa.

Párrafo aparte para el arquero, que mostró una personalidad para persuadir al rival, para distraerlo, para hacerse dueño en los penales por la forma en que lo trabajó al rival hablándolo y en la forma que fue a buscar los penales a la orilla del palo.

Ya estaba el “10” y apareció el “1”. Creo que entre el “10” y el “1” le han dado a la Argentina la posibilidad de ser finalista de la Copa América. Se pasó merecidamente. Más allá de la Argentina, por Messi deseo fervientemente que la selección pueda salir campeón de América. ¡Vamos, Argentina!.