En el proceso de encontrar alivio al dolor, se recuperó a la familia como "Iglesia doméstica" En el proceso de encontrar alivio al dolor, se recuperó a la familia como "Iglesia doméstica"
La pandemia por coronavirus hizo repensar a muchos santiagueños sobre la importancia de buscar contención en la iglesia ante las grandes pérdidas que ha generado el mortal virus que dejó sin consuelo a miles de familias.
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Las formas de llegar a Dios en este tiempo fueron múltiples, con visitas cortas a las iglesias, con la participación en misas que se oficiaron al aire libre, y sobre todo, con el armado de altares en los hogares, que hicieron sentir más cercana la fe, en medio de tanta incertidumbre.
El padre Mario Ramón Tenti destacó la importancia de la fe y la evangelización en este tiempo tan difícil para la comunidad.
"Creo que no se ha sabido dimensionar el valor de la fe en estas situaciones de dolor así como tampoco la necesidad de un acompañamiento terapéutico frente al temor, el aislamiento y soledad de miles de personas. No siempre se interpreta la salud como lo hizo Jesús, de manera integral. La cercanía de Dios sana, incluye y dignifica. Sin embargo, la población en general, ha recurrido a Dios en busca de consuelo y protección. Se ha recuperado a la familia como "Iglesia doméstica" y el vecindario como la "Iglesia en las casas", consideró el sacerdote al contar que cientos de familias han optado por armar altares en sus casas para sentir más cercana la presencia de Dios, e incluso, en muchos hogares se han celebrado misas durante todo este tiempo.
"Sin duda, algunas estrategias de evangelización hemos tenido que modificar, pero el evangelio en sí mismo, es siempre fuente de renovación, cambio y transformación. El Señor hace nuevas todas las cosas (Apoc 21, 5). Se trata de dejar que el Señor nos sorprenda con su misericordia, nos muestre nuevos caminos para vivir la fe y evangelizar los pueblos. Creo, que en definitiva, no se trata de nuevas estrategias, sino de volver a Jesús, volver a enamorarnos de él, dejarnos cautivar por su mensaje y comportamiento a veces desconcertante, pero lleno de amor y pasión por su Reino que espera siga creciendo en el mundo. Este es el mayor desafío que los cristianos del siglo XXI y toda persona de buena voluntad podemos experimentar: volver a Jesús, escuchar con alegría su llamado y seguirlo", pidió Tenti.
Aferrarse a la fe, según el sacerdote, ayudará a sobrellevar la pandemia.
"La fe es ponerse en las manos de Dios y confiar en su amor cercano y providente. Así como el niño cuando sufre algún dolor o temor por alguna situación que amenaza su seguridad, se deja abrazar por la madre y encuentra allí paz y alegría, de la misma manera, los creyentes, los que creen en Dios, se dejan arropar por sus brazos llenos de amor y experimentan consuelo y protección. Confiemos en él, estemos seguros de que nos ama y nunca nos abandonará. En este sentido, la fe, nos ayuda a sobrellevar con optimismo el temor al contagio, la enfermedad y la muerte", ahondó.
La Iglesia está llamada a salir y anunciar a Jesús
"El temor al contagio no puede ser una excusa para que los cristianos dejemos de anunciar a Jesús. El modo de evangelización virtual jamás puede reemplazar al encuentro cara a cara con el hermano para compartir la alegría del Evangelio. En nuestros pueblos del interior, en los barrios de las grandes ciudades hay miles de hermanos que esperan que les llevemos la Palabra de Dios, la alegría del Evangelio siempre nuevo y renovado que es buena noticia. La Iglesia está llamada hoy, más que nunca, a salir y anunciar a Jesús, fuente de consuelo y salvación para el mundo", sostuvo Tenti.
"Dios obra el consuelo a través de personas que comunican su ternura, alivian el dolor y renuevan la esperanza
El Covid deja a diario decenas de santiagueños fallecidos, y detrás de cada uno de ellos, una familia destruida. En tiempos de tanta oscuridad, en donde las muertes tocan a todos, el padre Tenti pidió aliviar el dolor, permitiéndose acercarse a la fe.
"Dios siempre consuela porque es Padre misericordioso y no quiere que sus hijos sufran. Dios quiere nuestra felicidad y por eso cuando sufrimos, en especial, por la muerte de un ser querido, sale a nuestro encuentro, nos sorprende con su amor que sana las heridas del alma y nos invita a dejarnos amar por El y consolar con su amor de Padre. Dios obra el consuelo a través de acontecimientos y personas que nos comunican su ternura que alivia el dolor y renuevan la esperanza", expresó el padre Ramón Tenti al pedir a la gente estar atentos a esas señales.
Y para cerrar, el sacerdote manifestó cuál es la misión y el desafío de ellos hoy, como referentes de la iglesia. "La fe en Dios y la experiencia de su amor paternal consuelan y alivian el dolor. Los discípulos de Jesús, entonces, somos para los que sufren "misioneros del consuelo de Dios", los que llevamos a Jesús en nuestro corazón y en nuestras vidas para sanar, consolar y animar en la esperanza a los hermanos", precisó.
