Duro revés para los acusados del “golpe comando” al hotel Duro revés para los acusados del “golpe comando” al hotel
La Justicia dictó la prisión preventiva para ocho de los acusados de haber protagonizado un “golpe comando” al intentar tomar posesión de un hotel en la ciudad de Quimilí. Aún resta definir la situación procesal de un noveno imputado, que fue detenido hace unos diez días tras haber permanecido prófugo un mes.
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De acuerdo con lo informado por fuentes judiciales, ayer la Dra. Sara Harón, jueza de Control y Garantías de la circunscripción Capital, no hizo lugar al pedido de cambio de calificativa ni al pedido de excarcelación formuladas por los defensores tanto públicos como particulares de los ocho imputados.
Asimismo, resolvió dictar la prisión preventiva solicitada por el fiscal del caso, Dr. Miguel Torressi y la instructora Luján González Garay, para todos los presuntos autores de los delitos de “robo calificado por el uso de armas de fuego, usurpación y privación ilegítima de la libertad”, en concurso real de delitos.
Cabe consignar, que el 7 de abril pasado un grupo irrumpieron en el edificio del Hotel Peniel en la ciudad de Quimilí portando palos y armas de fuego y al ingresar comenzaron a desalojar a los inquilinos del lugar y se apoderaron de un celular de una de las personas que se encontraba viviendo en el hotel, un comisario mayor de apellido Acosta.
De las investigaciones surgió que el hotel sería propiedad de un hombre identificado como Julio Sánchez que se domiciliaba en Lanús, provincia de Buenos Aires, el cual había radicado una denuncia en la Seccional policial, en la que reveló que se lo alquiló a un hombre de apellido Danilovich desde 2018.
El supuesto propietario indicó que en marzo de 2020 Danilovich dejó de realizarle los depósitos de dinero por el alquiler y que pese a los reclamos, le habría contestado con evasivas y que incluso en una de las últimas oportunidades lo habría amenazado de muerte.
En contrapartida, Danilovich adujo que él había comprado el hotel y que realizaba periódicamente los depósitos, pero que en marzo del año pasado Sánchez quiso cambiar los términos del acuerdo de la compra y allí radicaba el conflicto.
Lo cierto es que en esa jornada del 7 de abril último, el grupo armado redujo a los inquilinos hasta que en un momento Acosta logró escabullirse a su habitación y desde allí llamar a la Policía que acudió en minutos.
Cuando los uniformados arribaron los maleantes se habían dado a la fuga, pero dejaron el mando a cinco empleados de una empresa de seguridad: Zerda, Ravelo, Fugarolas y dos de apellido Bravo, mientras que también encontraron en el edificio a Julio Sánchez y sus hermanos Gabriel y Gloria.