“El consumo de pollo está sostenido, pero hay un tope de precio para el consumidor” “El consumo de pollo está sostenido, pero hay un tope de precio para el consumidor”
¿Cómo está el consumo de pollo en este primer cuatrimestre?
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El consumo de pollo está muy sostenido, marcando claramente que de todas maneras hay un techo de disponibilidad por parte del consumidor para el tope de precio. Más allá de que los costos no se aumentan, sobre todo por el incremento internacional del maíz y de la soja. Nos mantenemos en 47 a 48 kg por habitante por año sin problema, con abastecimiento fluido y demanda equilibrada.
¿Cuáles son los cor tes más consumidos?
En cuanto a los cortes más consumidos eso tiene mucho que ver con la zona. El consumo del pollo entero tiene un porcentaje importante. En algunos lugares llega al 60%, en otros el 40%, en otros el 30%. En cuanto a los cortes, la pata muslo sale muchísimo, también las alitas que es el corte más barato disponible. Las alitas son un producto de algún modo de oferta. En todos los lugares es un producto que lo podría denominar para los comerciantes como un recupero. Por eso, en precios en el GBA se consiguen a $100 o $110 el kg, la pata muslo en $150 el kg, $300 por 2 kg, $450 por 3 kg y pizarras de $750 por 5 kg. El pollo entero va en supermercados con el pollo congelado desde $130 a $145 el kg. En carnicerías el pollo fresco entero está entre los 160 a 180 el kg. Por ahí van los cortes, según el bolsillo de la gente. La suprema es un corte que se mantiene porque se ofrece en los $350 el kg y va directamente en competencia con los cortes finos de carne, con lo cual son 3$50 contra un producto como por ejemplo una colita de cuadril en $750 o un asado en $600.
¿La exportación ayuda a sostener el mercado interno?
Sí, la exportación ayuda a sostener el mercado interno, pero no estamos creciendo en exportaciones, estamos complicados. No llegamos en general a los precios internacionales, tenemos un costo más alto. Es producto de los costos internos, del derecho de exportación que es un 9% y producto del dólar por el cual tenemos que liquidar nuestra exportaciones. Pero sería muy grave si no tuviéramos, aun a veces sosteniendo el cliente con precio de quebranto, si no pudiéramos mantener el canal de la exportación que fue desde 2005 el que nos dio la posibilidad de desarrollo y crecimiento.
¿Cómo han evolucionado los precios este cuatrimestre?
El precio ha tenido una tendencia a estabilizarse, como que de alguna manera pudo absorber los aumentos internacionales de la soja y el maíz que superaron el 80%, trasladando una parte al valor del producto. Porque también subió la carne, el cerdo, las distintas alternativas. Seguimos posicionados, lejos, como la proteína animal más barata al alcance del bolsillo de la gente. Más que nada hemos logrado una estabilidad en el precio que el año pasado fue muy fluctuante. En este cuatrimestre ha estado más estable y a toda la cadena comercial le genera más tranquilidad.
¿Cómo influye la inflación en sus costos y en la producción?
La inflación sin ninguna duda influye directa e indirectamente, nos alcanza, es una realidad. De todos modos hay impactos muy fuertes, por ejemplo desde abril en Entre Ríos la energía eléctrica. Nosotros somos consumidores intensivos de electricidad. La energía subió 70%, no así tanto en la provincia de Buenos Aires que subirá lo mismo, pero en forma escalonada. Entre Ríos tiene el 51% de la producción nacional de pollos, o sea que es tremendo lo que significa. En materia de paritarias estamos cerrando las primeras de ellas con aumentos en el orden del 35% escalonado. Nosotros tenemos mucha logística de mediano y corta distancia. La distribución en general que se hace del pollo, toda la industria recorre por día más de 1,1 millón de kilómetros, así que cuando van aumentando las cosas impactan por un lado y otro. Además estamos en presencia de una suba internacional de los granos y las oleaginosas. Tenemos por delante un tiempo importante, quizá ya no con subas compulsivas como las que ocurrieron, pero con estabilidad en estos valores de 220 a 230 dólares la tonelada que no estaba en los cálculos de nadie.
Una distribuidora vende más de 1.500 kg diarios de menudos, alitas y carcasa
Una distribuidora vende más de 1.500 kg diarios de menudos, alitas y carcasa
Cristian Leal, propietario de una distribuidora avícola, señaló que en sus locales “hay una demanda muy fuerte de todos los cortes más baratos como menudos, alitas y carcasa”, que se venden en ofertas por menos de $100 el kilogramo.
“Hay una demanda muy fuerte de menudos, alitas, carcasa, son los cortes más baratos. Hay gente que hace cola por 2 ó 3 horas para conseguirlos.
Si vendería esos 3 cortes nada más, tendría que abrir de 7 a 22 hs la distribuidora, porque es una demanda tremenda”, indicó. Agregó que “nosotros usamos estos cortes como oferta. Por ejemplo con $50 la gente se lleva 3 kg de carcasa o de menudo. Una alita se paga $80 el kilogramo por mayor, es lo más barato que hay porque hoy menos de $100 en vacunos no existe nada. Lamentablemente es lo que marca la situación económica de la gente”.
Puntualizó que “debemos estar vendiendo unos 300 kg de cada uno de estos 3 cortes por turno. De carcasa unos 200 kg a la mañana y 200 kg a la tarde, de menudo lo mismo y de alas también estamos en unos 300 a 500 kilogramos por turno”.
En tanto, señaló que a diferencia del año pasado “cuando había mucha demanda de milanesa, ahora también tiene su venta, pero no es constante. Hay días que se venden 300 kg de milanesas y al otro día 50 kg. Pero en los otros 3 cortes es constante, siempre quedamos sin esos productos. El fin de semana hay gran demanda de pollo entero y pata muslo. Pero la gente lo que más busca son las ofertas”.
Destacó en ese sentido que “nosotros estamos con el pollo entero a $140 el kilogramo, lo vamos a mantener toda la semana, la pata muslo los 10 kg a $1.300 y la oferta de menudo y carcasa de 3 kg por $50”.
La demanda de carne vacuna cae y se eligen cortes baratos
Mientras el consumo de carne vacuna cayó a su nivel más bajo en 100 años en el país, a 45,2 kilogramos por habitante, las carnicerías locales sienten el impacto de la menor demanda que ubican en un 20% menos con respecto del primer cuatrimestre del año pasado y un consumo acotado a los cortes más económicos.
Jorge Moisés, propietario de una red de 6 carnicerías distribuidas en toda la ciudad, señaló que “la demanda en el mercado interno ha caído del año pasado, desde antes de la pandemia hasta hoy han bajado aproximadamente un 20%. La gente privilegia más, sobre todo en esta época, los cortes más baratos: la carne picada, blandos de segunda o blandos comunes, lo más económico”. En este punto, indicó que “está aumentando la forma de comprar por importe, la mayoría compra así”.
El comerciante, indicó que “nosotros hace 20 años que trabajamos en esto. No sé si en algún momento vivimos algo parecido en cuanto al valor tan elevado de la carne, al poder adquisitivo de la gente que hoy está golpeado, mucha gente que tiene limitaciones para trabajar por la pandemia, no sé si en algún momento se ha vivido una situación así. La situación está difícil”, destacó. En su caso, la empresa que dirige integra la producción, el engorde y las bocas de venta. Además, exportan cuota Hilton a Europa, lo que permite morigerar en parte el impacto de la caída de venta y suba de costos.
“Hacemos cría, recría a pasto, terminación de esos animales en feed lot, producción de granos para el engorde, faena y transporte propios, la cadena completa”, explicó.
El mes próximo, terminan de enviar los 6.700 kg de cortes Hilton a Europa. “Lo que buscábamos es poder exportar los cortes más caros para poder tener buenos precios de los cortes populares de los que busca la gente. Por eso hoy por hoy tenemos los precios que tenemos”, apuntó.
Agregó que “los aumentos que ha habido a nivel nacional no se han aplicado en nuestro caso, tenemos otro tipo de costos analizando la cadena completa y qué nivel de precios podemos poner, por eso siempre estamos en línea o parecidos a los precios sugeridos”.
Detalló además que la mayoría de los cortes que se ofrecen en la red de carnicerías se ubican en un rango de $500 e incluso muchos de ellos por debajo de ese monto.