“Me podrían haber matado”, relató el comisario presente en el hotel desalojado por matones “Me podrían haber matado”, relató el comisario presente en el hotel desalojado por matones
Después de la dramática situación que vivió el último miércoles cuando se hospedaba en un hotel de la ciudad de Quimilí, cuando un grupo armado ingresó para desalojar el edificio en medio de un conflicto entre el presunto dueño y el supuesto arrendatario, el comisario mayor Félix Acosta relató en primera persona cómo ocurrieron los hechos.
También te puede interesar:
Siete personas permanecen aprehendidas, el presunto dueño y dos de sus hermanos, además de cuatro individuos que se identificaron como empleados de seguridad. En forma paralela, la Justicia libró una orden de detención para otras cuatro personas, que habrían sido las que irrumpieron con armas de fuego en el edificio de Avda. Rivadavia de la ciudad cabecera del departamento Moreno, el miércoles alrededor de las 15.
Uno de los inquilinos del hotel “Peniel”, resultó el comisario mayor Acosta, quien está a cargo desde hace unos cinco meses del Departamento de Seguridad Ciudadana N° 12 con asiento en esa ciudad, pero que nuclea a las comisarías de toda la zona.
En diálogo con EL LIBERAL, relató cómo fueron los tensos minutos en los que los maleantes lo sorprendieron a él y al resto de los huéspedes en un violento desalojo ilegal.
“Estaba en mi cuarto, y escuché que golpearon la puerta. En ese momento estaba hablando por el celular antes de descansar, por lo que me levanté, abrí la puerta pensando que era por algo del trabajo y no veo a nadie. Antes de cerrar, veo una sombra que regresa y un hombre encapuchado que me apunta con un arma y me dicen ‘No te muevas’”, describió Acosta.
“Primero pensé que se trataba de una broma, pero luego veo el revólver y que había otro hombre más también armado, entonces me quedé quieto”.
“Me sacan casi a los empujones y me quitan de las manos el celular. Me apuntaban con sus armas al cuerpo de cada lado. Me preguntaban quién era y yo sólo les decía ‘No soy de aquí, no conozco a nadie, no soy de aquí’, tratando de mostrarme calmado”.
“Me llevaron primero a la zona del garaje y veo que en el exterior tenían a Luis Danilovich (supuesto arrendatario), otros dos hombres armados y creo que había un tercero”.
“Uno de los que me apuntaba le dijo al otro que me llevara a la cocina y allí me siguieron interrogando. Yo sólo les dije que era de Selva, que estaba de paso”.
“Allí tenían a una mujer, a la cual la llevaron a otro sector. Me decían que agachara la cabeza, que no los mirara. Yo les decía que no iba a hacer nada”.
Consultado sobre si en algún momento se identificó como policía, manifestó: “Uno de ellos parecía decidido a todo. Le temblaba la mano con el arma. No lo hice porque si lo hacía creía que me podrían haber matado, y no tenía mi arma en ese momento”.
Seguidamente continuó: “Me dejaron en ese lugar y ellos salieron adonde estaban sus otros compañeros al frente del hotel. En ese momento comencé a mirarlos con más detalle y observé algunos tatuajes y la vestimenta para luego poder identificarlos”.
“Luego los escuché decir que ya estaba todo, que se iban a ir, que se iban a hacer cargo los seguridad. Allí observo que al frente había unas siete personas, las cuales tenían unos bastones y pensé que eran otros miembros del grupo armado”.
“Aproveché y me dirigí a mi habitación, donde tenía mi otro celular y me comuniqué con el personal del Departamento de Seguridad. Pude vestirme (estaba en ropa interior) y trataba de pasarme a otra habitación para saltar hacia el exterior y llegar al auto donde tenía el arma”.
“Sin embargo rápidamente llegaron los efectivos y cuando salí, ya estaban mis colegas y también los supuestos dueños”, precisó.
“Afortunadamente a mí no me golpearon, pero sí al arrendatario, Danilovich, le dieron culatazos en el rostro”.
Acosta aseguró que no pudo observar el momento en el que se escaparon los prófugos, pero que por vecinos de la zona pudieron saber que circulaban en dos automóviles.
Antes de finalizar el comisario mayor aseguró que temió que hubiera más hombres armados y que creyó que si lo encontraban nuevamente en la habitación podía “pasarla mal”. Ahora colabora con la investigación “aportando las características que pudo observar en los delincuentes para que sean capturados cuanto antes”.
Búsqueda de los prófugos y el trasfondo del violento hecho
Búsqueda de los prófugos y el trasfondo del violento hecho
El fiscal del caso, Dr. Miguel Torressi, solicitó una orden de detención para cuatro sospechosos. Se hizo un cierre de rutas, pero hasta anoche no habían podido dar con los hombres armados que irrumpieron en el hotel.
El conflicto radicaría en que el supuesto dueño, de apellido Sánchez, oriundo de Buenos Aires, reclama una deuda a Danilovich, que vive en Quimilí y explotaba el lugar.
Por su parte, Danilovich asegura que ya compró el hotel y que Sánchez quiere modificar los términos del acuerdo. Se sospecha que los “matones” respondían al bonaerense, pese a que éste lo niega.