Robos y destrozos en albergue a cargo del Obispado de Añatuya Robos y destrozos en albergue a cargo del Obispado de Añatuya
Destrozos y el robo de una bomba de agua, un nebulizador, un horno eléctrico, llaves y otros elementos, representaban anoche las secuelas visibles de un ataque perpetrado a un albergue para estudiantes.
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Según la investigación policial, la institución está a cargo del Colegio Sagrada Familia dependiente del Obispado de la ciudad de Añatuya, ubicado en Francisco de Aguirre y Aristóbulo del Valle, del B° Rosso.
El establecimiento se conforma de la siguiente manera: piso inferior, una sala de estar, habitaciones para preceptoras, otras para estudiantes, lavadero, cocina, despensa y comedor. En el piso superior, se encuentra el comedorcocina, seis habitaciones con baños y duchas y por separado, habitación, comedor y baño para el responsable de la residencia. Y en el patio, depósito para herramientas.
Las autoridades explicaron que el albergue no recibe estudiantes desde marzo del 2020, debido a la cuarentena por la pandemia del Covid-19.
Sin embargo, precisaron que es higienizado cada tres días en la semana. El resto de los días permanece cerrado y tendría capacidad para albergar a 45 estudiantes en sus dos pisos.
De acuerdo con el testimonio del rector del establecimiento a personal de la División Prevención, Jorge Martín Bronn Breyer, fue alertado por una de las encargadas del lugar, tras abrir las instalaciones que debía cobijar a unos misioneros que eran esperados anoche.
En principio, sustrajeron una bomba de agua, un horno eléctrico, un nebulizador y otros elementos, trascendió anoche. Para los investigadores, él o los delincuentes habrían entrado al edificio previo violentar una de las ventanas despojada de varias varillas de sus rejas y lograr vulnerar también la persiana.
