Hermana y esposo de Marisol Bustos declararon ante fiscales, mientras aguardan el último adiós Hermana y esposo de Marisol Bustos declararon ante fiscales, mientras aguardan el último adiós
Una hermana y el esposo de Marisol Andrea Bustos declararon ayer ante las fiscales que investigan el femicidio de la joven madre, mientras aguardan aún la entrega del cuerpo.
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Verónica Valeria Vega es una de las seis hermanas de Marisol, quien declaró ante la fiscal Judith Díaz. Su testimonio habría girado en función de la desaparición de la víctima, el viernes 30 de octubre.
La testigo habría señalado que vio por útima vez a Marisol “tres semanas antes de su desaparición”. “Después, fue el esposo (Sebastián Gallo) quien me informó que mi hermana no había vuelto a su casa”, acotó.
Urgente, “hemos organizado búsquedas por todos los amigos a los que ella frecuentaba”, habría ahondado Verónica.
Larga espera
En otro tramo del relato, la mujer habría recibido garantías de que todos los recursos humanos y tecnológicos contribuirán al esclarecimiento del femicidio.
Marisol fue vista por última vez el viernes 30 de octubre y su cuerpo fue hallado, quemado, el sábado 7 de noviembre. El escenario fue una zona montuosa a la vera de la avenida Circunvalación, entre Lavalle y Solís. El único sospechoso permanece detenido. Es Andrés Alejandro Juárez, (29) domiciliado en Narciso Gómez, en el B° Ampliación Mariano Moreno.
última bebida
El acusado habría confiado que entre el viernes y la mañana del sábado 31 de octubre, con la victima bebieron cervezas en casa de su padre, Fernando “Pila” Juárez, domiciliado en el B° Ampliación Santa Lucía.
Salteando horas decisivas, se focalizó en las 19: allí condujo a la víctima al escenario fatal, donde la habria ahorcado y prendido fuego en el interior de un pozo.
Pruebas científicas
Mientras tanto, el cuerpo de Marisol aún se encuentra en la morgue. Los forenses deben realizar numerosos análisis, cuyas conclusiones serán cruciales para la acusación y al momento del juicio. Desde el domingo, sus familiares montaron una especie de minisantuario en su casa del B° Primera Junta, calle Caseros.
El objetivo de hermanos, esposo e hijos es tributarle el último adiós y después conducir sus restos al cementerio La Piedad.
Entre la angustia y la furia de Sebastián Gallo
En forma paralela, la fiscal Silvina Paz habría tomado el testimonio a Sebastián Gallo, esposo de Marisol con quien tenía un niño de diez años.
Pese a desconocerse los alcances de su testimonio, vale destacar que el domingo Gallo declaró a EL LIBERAL sobre su convivencia co la víctima y la figura del acusado.
Manifestó que dos meses atrás, Andrés se presentó en la casa en que ellos convivían, en el B° Bosco II. Ahondó que el imputado habría agredido a Marisol, al parecer exigiéndole la devolución de un celular.
Segunda agresión
Según Gallo, días después Andrés volvió a interceptar a Marisol en casa de “Pila” Juárez, padre del imputado y amigo de la infortunada víctima.
“Allí, le habría clavado un pedal de una bicicleta a la altura de la costillas”, subrayó Gallo, quien manifestó que él y la víctima enfrentaban problemas mutuos de adicción.
En su encuentro con la funcionaria, Gallo la habría instado a agotar todos los recursos para llegar a la verdad. A criterio suyo, el acusado no habría dicho toda la verdad y estima que quizá está encubriendo a otro u otros.
También, lloró unos momentos y reconoció que aún no puede creer el triste fin de su pareja, con quien convivía hace 16 años.
Enfatizó que aguardará la entrega del cuerpo para despedirla, junto a su hijo. Marisol era madre de otros tres menores, quienes viven con su padre en el B° 8 de Abril.l
