Emmanuel Lucenti, el judoca olímpico que cambió a Europa por Santiago

Emmanuel Lucenti, judoca tucumano que representó a la República Argentina en tres juegos olímpicos y que sueña con sumar el cuarto con Tokio 2021, está viviendo hace un tiempo en esta ciudad y se siente muy feliz con su estadía junto con su esposa Agostina y su hijo Camilo de apenas un año.

“Tenemos parientes en Santiago y cuando pudimos salir desde Georgia, lugar donde nos agarró la pandemia de coronavirus, nos vinimos para aquí. Aparte están los amigos como los hermanos Peralta que tienen un gimnasio para la enseñanza del judo y eso me vino bien para seguir con lo mío ya que en Tucumán la actividad se resintió un poco por el momento que estamos viviendo”, expresó Emmanuel cuando contó sobre su llegada a Santiago.

Y antes de pisar suelo santiagueño, el judoca que conquistó una medalla de bronce con el tercer puesto en los Juegos Panamericanos de Guadalajara, México, en el 2011, le contó a EL LIBERAL sobre la angustiante experiencia de estar varado en Georgia a raíz de la pandemia del coronavirus.

“Con mi familia fuimos a fines de enero de este año y teníamos previsto volver al país en abril. Ahí nos agarró la pandemia y estuvimos en cuarentena que no era muy estricta”.

Luego acotó: “Yo tenía seis torneos en Europa, de los cuales tres me quedaban cerca de Georgia y los otros tres más alejados de ahí. Era una apuesta para Tokio 2021. Pude competir en dos torneos nomás y los cuatro que quedaban se fueron cancelando. Estuvimos como tres meses varados porque no podíamos volver”.

La suerte para Emmanuel y su familia cambió por completo cuando a través de una nota periodística que tuvo mucha repercusión en nuestro país, el empresario Ricardo Fernández Núñez se solidarizó con la situación del judoca e hizo todas las gestiones para que pueda regresar a la Argentina.

“También volvieron mi mamá y mi hermana que estaban en la misma situación que mi familia. Gracias a eso, pudimos venir a Santiago donde cumplimos con la cuarentena lógicamente. A partir de ahí empecé a entrenar un poco por mi cuenta. También paré un poquito para hacerme atender de mi espalda de una lesión que tengo desde hace tiempo”, comentó el atleta de 35 años.

La pandemia de coronavirus hoy está castigando al deporte y el judo no es la excepción. Como algunas otras disciplinas, la competencia es nula prácticamente y sin fecha de reaparición.

“Más allá de todo, la verdad que estoy tranquilo. Hago el judo porque lo amo y es mi vida. Mi preparación es sobre la base del torneo que voy a competir. Onviamente que el deseo final es llegar a un juego olímpico. Con mi experiencia de haber representado al país en tres Juegos Olímpicos anteriores, hoy el panorama para mí es distinto. Es como que aprendí a despojarme un poco de la carga social que conlleva un juego olímpico. Si no tienes los pies sobre la tierra, uno está como mareado con eso un par de semanas. Si tienes un buen resultado, seguís siendo bien conceptuado y si ocurre lo contrario,ya nadie se acuerda”.

Finalmente irá a Guadalajara

Y pensando en lo que vendrá de cara al futuro, Emmanuel Lucenti está más que contento después de que recibiera la noticia de que el gobierno de Tucumán le ofrecerá la ayuda económica para competir en Guadalajará, México.

“Dentro de poco es la competencia en Guadalajara y acabo de recibir la noticia de que el gobierno de Tucumán me dará una mano para poder viajar y competir. Ojalá que también pueda haber algún gesto de las empresas privadas que quieran contribuir para que yo pueda estar presente en esta competencia. Se había puesto difícil al principio, pero ahora me quedó un poco más tranquilo”, señaló el tucumano.

La espalda se convirtió en un problema mayor

La lesión en la espalda lo tiene a mal traer a Emmanuel Lucenti que hace rato que viene lidiando con esta situación. “Hace 15 años que tengo dolores en la espalda. Empecé con una lumbalgia y desde allí se deterioró cada vez más. En los últimos años ya no lo podía manejar. Es una lesión común en el judo que carga mucho la espalda. Creo que tampoco tuve buenos diagnósticos. Más allá de que la estructura esté dañada, el dolor puede ser que venga de otro lado. La espalda es tan compleja que uno muchas veces no sabe por dónde puede venir el dolor”, expresó el tucumano cuando habló al respecto.