Cae un segundo acusado de prender fuego casa y quemar a cinco niños en B° Belén Cae un segundo acusado de prender fuego casa y quemar a cinco niños en B° Belén
Cinco días después del horror, la policía apresó ayer a un segundo sospechoso de haber arrojado nafta y prendido fuego en una casa del B° Belén, en cuyo interior dormían cinco menores que sufrieron graves heridas e intoxicación.
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Según el procedimiento policial, el nuevo detenido fue identificado como José Martínez, de 27 años, familiar de Néstor Eduardo Martínez, imputados por ‘homicidio en grado de tentativa’.
Departamental Norte
El individuo fue interceptado por personal de la Departamental Norte, en el B° Belén, al parecer por ignorar que pesaba en su contra una orden de detención, trascendió.
Mientras, la policía sigue buscando a más sospechosos ya que en las últimas horas trascendieron nombres de todos los que incendiaron la vivienda.
Las consecuencias fueron gravísimas: cinco menores internados y la casa quemada generan sólo desazón -por estas horas- al padre de los menores, Luis Alejandro Torres, de 43 años, domiciliado en manzana 13, lote 3.
Las víctimas son Elvira Torres, de 73 años, madre de Luis y abuela de Gisella Paola Abigail Trejo, de 12 años; Elvira Estefanía Torres, 6; Marcelo Torres, de 10; Jonathan Ismael Torres, 5 y Antonio Ocampo, 14 años, sobrino de Luis Alejandro.
Esperanza
Los voceros señalaron que uno de los niños ayer recibió el alta médica.
Se trata de uno de los pequeños que el sábado fue derivado de Terapia Intermedia a una sala común.
Los otros tres pacientes continúan en vigilancia las 24 horas: preocupan las quemaduras y el monóxido de carbono que ingresó a sus organismos.
Forzada mudanza
El atentado generó consecuencias en el barrio. La gente levantó 150 firmas y pidió que cinco grupos vinculados a la familia acusada sean desalojados y enviados o otro lugar. Tres ya desocuparon sus viviendas antes del fin de semana.
Una buscó nuevo destino en una casa del B° Mama Antula de La Banda, pero la fuerte resistencia de los vecinos los obligó a desalojarlo también.
En medio de gritos, subieron al vehículo policial y se retiraron, con destino desconocido.
