Dolar Oficial: - Dolar Blue:- Dolar CCL:- Dolar Bolsa: - Dolar Mayorista: -

EL LIBERAL . Opinión

Trazos de la “espiritualidad de Mama Antula”

28/07/2023 11:47 Opinión
Escuchar:

Trazos de la “espiritualidad de Mama Antula” Trazos de la “espiritualidad de Mama Antula”

Por Mario Ramón Tenti

La espiritualidad tiene que ver con algo muy profundo del corazón del ser humano: refiere a las preguntas sobre el significado y sentido de la vida, búsqueda de lo trascendente y vínculo con las personas, la naturaleza y Dios.  La religiosidad, en cambio, es la adhesión a una creencia y prácticas religiosas organizadas en un marco institucional.  De Mama Antula conocemos algunos aspectos de su religiosidad y poco de su espiritual. Indagar sobre ella es un desafío que nos interpela.

También te puede interesar:

De raíz ignaciana

Mama Antula, llamaba a la Compañía de Jesús, la madre, porque en ella había nacido a la fe y había formado su corazón para servir a Dios

La espiritualidad ignaciana puede resumirse en algunos puntos: a) primacía absoluta de Cristo: vivir como discípulos la vida y misión del maestro, anunciando y sirviendo a su Reino; b) Servir: para que el Reino de Dios se haga presente en la historia haciendo el bien a la humanidad para mayor gloria de Dios; c) vivir en Iglesia: sirviendo a Dios en la comunidad, siendo parte de su proyecto salvífico; d) el magis: significa lo mayor, lo mejor. Discernir la voluntad de Dios para servir cada vez más y mejor a la humanidad, superando la mundanidad y asedia espiritual: g) contemplativos en la acción: “encontrar a Dios en todas las cosas y a todas las cosas en El». (Ignacio de Loyola).  Sin duda, la espiritualidad de Mama Antula tiene ciertas similitudes a la Ignaciana: su vida centrada en Jesús, el discernimiento espiritual, su actitud de obediencia a la voluntad de Dios, su servicio en la Iglesia, la contemplación activa de la Palabra de Dios, y su confianza en la providencia son expresiones de la espiritualidad ignaciana vivida por Mama Antula.


Te recomendamos: Inhabitación divina, discernimiento y misión en Mama Antula


Enamorada de Dios

El amor a Dios es la fuente de sus pensamientos, afectos, decisiones y prácticas. “Oh mi Dios! Quién os viera ya amado de todas las criaturas, tanto cuanto merece ser amado".  No es sólo un deseo ni una preocupación ante la  ausencia de Dios en la sociedad que vivió, sino el anhelo de un alma acrisolada en las misericordias de su Señor que ha experimentado las primicias del Reino y pretende que todos puedan vivir la misma experiencia de salvación que ella vivió para superar las angustias, aflicciones  e infelicidades de la vida cotidiana.

En las manos de Dios

Mama Antula era una mujer de oración. Su fe, su confianza en la providencia y su esperanza indestructible se fortalecen en la oración.  Ambrosio Funes dice al Padre Juárez: “yo creo que a las oraciones de nuestra Beata se debe la felicidad con que a pesar de mil obstáculos ha triunfado la justicia de sus causas”. Los momentos de adoración Eucarística, la meditación diaria de la Palabra de Dios, y otras prácticas devocionales adornan su espíritu de oración y entrega en las manos de Dios.

Centrada en Cristo

La imagen del Manuelito que Mama Antula llevaba colgada en el pecho: “Jesús niño recostado en una Cruz”, señala algunos aspectos de su espiritualidad cristocéntrica: Leemos en Filp 2, 6-7: “El, que era de condición divina, no consideró esta igualdad con Dios como algo que debía guardar celosamente: al contrario, se anonadó a sí mismo, tomando la condición de servidor y haciéndose semejante a los hombres. Y presentándose con aspecto humano”.  El Apóstol habla de la kénosis de Cristo en cuanto se hace hombre y muere en la Cruz. No significa dejar de ser Dios sino el vaciarse de sus atributos divinos para hacerse igual a nosotros en todo, menos en el pecado. Se trata de un vivir para los demás, para Dios y los hermanos. Igualmente, el “Manuelito” pone de manifestó cómo experimentó  María Antonia a Cristo, como un Dios cercano, providente, que  vive en medio de su pueblo: “el Emmanuel”.  Estos trazos cristocéntricos de su espiritualidad se complementan en su amor incondicional al Cristo glorioso y vivo, presente en la Eucaristía.  

Misionera                                                     

El Papa Francisco en la Evangelii Gaudium dice: “la primera motivación para evangelizar es el amor de Jesús que hemos recibido, esa experiencia de ser salvados por El que nos mueve a amarlo siempre más. Pero que amor es ese que no siente la necesidad de hablar del ser amado, de mostrarlo, de hacerlo conocer?” (EG 264).  El origen del apostolado de Mama Antula es el amor a Dios, que sea conocido y amado por todos. “Quisiera andar hasta donde Dios no es conocido para hacerlo conocer”. Es esta la fuente donde nace su actividad misionera, el espíritu que la sostiene y la hace fuerte en las adversidades,  la red en la que recoge gozosamente las almas conquistadas para Dios. Mama Antula hizo de su vida un continuo peregrinar para llevar a Jesús a los demás, su espíritu misionero conducían sus pasos y ningún obstáculo impedía que llevara adelante su apostolado. Ya en vida la llamaban:   “Francisco Javier de Occidente”.

Inserta en el mundo

María Antonia fue laica. Vivió la fe y la esperanza en el Dios providente “en y para el mundo”. Su identidad  laical le permitió comprender la necesidad de evangelizar el mundo con los valores del Reino en el presente histórico que vivió. Su comportamiento “contemplativo en la acción”, heredado de la Compañía de Jesús, le sirvió para establecer vínculos de fraternidad con distintos  sectores de la sociedad de su tiempo estableciendo puntos de encuentro y construyendo puentes de comunión entre todos a partir de la organización y realización de los ejercicios espirituales.

Con corazón de mujer

Ser Beata era una opción en el tiempo que vivió Mama Antula. Consagrarse a Dios sin ser religiosa, es decir, sin pertenecer a alguna congregación de la época.  Este espacio de consuelo y autorrealización personal y social le permitió a María Antonia vivir la fe en el mundo desde su identidad femenina de un modo tan extraordinario y superlativo que su testimonio no deja de ser una crítica indirecta y hasta inconsciente al modelo patriarcal de la sociedad y la Iglesia de su tiempo.

Maternal como la Virgen María

Su amor y devoción a la Virgen de los dolores da a su espiritualidad una dimensión maternal única. Esta devoción pone de manifiesto el dolor de la Virgen María ante el sufrimiento de su Hijo. Ya desde el comienzo de su vida Simeón le dirá María en el templo cuando llevaron a Presentar  al niño: «Este niño será causa de caída y de elevación para muchos en Israel; será signo de contradicción,  y a ti misma una espada te atravesará el corazón” (Lc 2, 34-35). Es un anuncio del sufrimiento que María padecerá en la Pasión y Crucifixión de su Hijo.

Mama Antula vivió esta devoción impulsada en su amor maternal ante el sufrimiento de tantos hermanos que nacían, vivían y se morían sin conocer y amar a Dios. Su sobre nombre Mama, viene de esta experiencia maternal de sufrimiento que Mama Antula experimentaba ante el dolor de sus hermanos, a quiénes auxiliaba llevándoles a Jesús, consolando sus espíritus y ayudándolos en sus necesidades materiales.

Servidora del pueblo de Dios

Toda la vida de Mama Antula esta signada por su actitud de servicio. Ya desde su adolescencia cuando se hizo Beata comprendió que servir a Dios y a los hermanos era el camino de la felicidad.

En la madurez, servía en los Ejercicios ayudando en todo lo que le era posible: pidiendo limosna para sustentarlos, buscando los sacerdotes y confesores, preparando la comida, organizando la casa, motivando a los ejercitantes, rezando por ellos y con ellos, solicitando  los permisos necesarios a las autoridades, consiguiendo los lugares para el culto, etc. No menguaba sus esfuerzos a la hora de servir a los demás, siempre atenta, diligente y con un espíritu de gozo pocas veces visto. Su servicio lo realizó en la Iglesia, a pesar de todas las dificultades e incomprensiones que cosechó sobre todo al comienzo de su ministerio apostólico. Dios la había llamado en la Iglesia y en ella serviría para que su Reino llegue a todos.

Aportes de la espiritualidad de Mama Antula a la Iglesia del presente y el futuro

La Espiritualidad de Mama Antula puede aportar mucho a la Iglesia de hoy. En primer lugar, como señalamos arriba Mama Antula era una enamorada de Dios, su fe se nutría y fortalecía en el encuentro amoroso con Dios y su Hijo Jesucristo. De ese encuentro de amor con el Señor nace su espíritu peregrino y misionero. Antula nos impulsa volver a Jesús, a recuperar el primer amor, el fuego y la alegría por la misión. Llevar a Jesús a todos era el propósito de la vida de Mama Antula, porque estaba convencida que el encuentro con El transformaba la vida de las personas y pueblos. Su actitud misionera señala el camino que los cristianos tenemos que transitar hoy. La Iglesia existe para evangelizar, esa es su misión y su alegría.  


Te recomendamos: El protagonista de una supuesta gracia de Mama Antula le escribió al Papa


La laicidad de su espiritualidad,   nos permite comprender mejor cuál es el ministerio de los laicos en la Iglesia, “su ser en y para el mundo”, es decir, vivir la fe en la historia, no aislada de ella.  Lo femenino, al mismo tiempo, promueve la necesidad de conversión y transformación permanente de las estructuras eclesiales, todavía patriarcales y demasiado rígidas frente a un mundo en permanente cambio. El rasgo mariano de la Espiritualidad de María Antonia señala el rasgo maternal de la Iglesia, que acoge con ternura a los pecadores,  cura las heridas de los sufrientes y abraza con misericordia a los descartados de la historia. Esa Iglesia es servicial, tal como ella vivió su apostolado, al igual que Jesús que vino a servir y no a ser servido (Mt 20,28). Una Iglesia pobre y para los pobres, austera, servicial y en salida.

Mama Antula fue una adelantada para su tiempo y todavía su testimonio sigue vigente, por eso, ahondar en su espiritualidad puede aportar a la Iglesia algunos principios y valores para aggiornarla a  los tiempos que vivimos.    

Lo que debes saber
Lo más leído hoy