“Lo que hizo Massa es una intervención cambiaria disfrazada de recompra de deuda, buscan milagros” “Lo que hizo Massa es una intervención cambiaria disfrazada de recompra de deuda, buscan milagros”
El economista Carlos Melconian consideró que "el plan de recompra de Massa es una intervención cambiaria disfrazada de recompra de deuda" ya que es "un mecanismo indirecto de intervención en el dólar contado con liquidación".
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Asimismo agregó: "Espero que no piensen que es un mecanismo de uso permanente. El FMI ya miraba con malos ojos la intervención del Banco Central y la Anses. Economía no puede volver a la metodología del Central de vender 200 millones por mes, aunque lo que han hecho es parcialmente diferente a aquello. Es un mecanismo irrepetible. Y desde ya, no tiene nada que ver lo que se está haciendo con intentar bajar el riesgo país para facilitar el Gobierno y empresas al mercado de capitales. Insisto, es un tiro de una vez. Lo pondría dentro del conjunto de ineficiencias de la política económica".
Consideró que "es un anuncio más en un proceso que arrancó en agosto de 2022, cuando asumió Massa. Buscan encontrar milagros para estabilizar la frágil situación económica y ahora además están buscando cómo llegar esta vez a agosto de 2023. Cristina Kirchner dio un apoyo silencioso a Massa para que tome medidas neoclásicas de ajuste tendientes a evitar la disparada del dólar y la aceleración inflacionaria, dado que se pensaba que como estaban a la salida de la dupla Guzman-Batakis no llegaban a diciembre de 2023".
Respecto de la posibilidad de bajar la inflación señaló que "no puede bajar mucho más si no se modifica la esencia de la política monetaria y fiscal. Y otra vez, quiero alertar sobre la necesidad de que lo que no se haga ahora lo va a tener que hacer el próximo gobierno".
Explicó que "las tarifas siguen pisadas más allá del recorte de subsidios a los hogares que más ganan. El dólar sigue pisado con restricciones cambiarias evidentes. El gasto en subsidios y gasto social no está claro. Y la nominalidad del gasto público continúa. Le están dejando un problema al próximo gobierno".
Respecto del cumplimiento de la reducción déficit fiscal exigido por el FMI consideró que "este no es un déficit fiscal que se esté cerrando genuinamente. El Gobierno, más que combatirla, se ha hecho socio de la inflación y esto va en contra de la sociedad en su conjunto. La inflación de casi 100% licua al gasto, que no obstante continua de alta nominalidad. Esta no es la voluntad política de cerrar el déficit, fiscal. Es la licuación del gasto que paga todo el mundo. Porque esa inflación de tres dígitos es la que va licuando el gasto previsional y social. Es insostenible en el tiempo".
Atento a la escasez de dólares, analizó que "más allá de cómo se llegue a fin de año, 2022 mostró precios muy altos de las materias primas y eso no alcanzó. Hubo algún gasto mayor en energía y continuó el súper cepo . No obstante el Banco Central tuvo que apelar a pisar importaciones por 8 o 9 mil millones de dólares. Y además el Gobierno tuvo que sacar el dólar soja 1 y 2, que no fue gratis. Se adelantaron liquidaciones y ahora vamos a ver qué pasa de acá hasta agosto. Tenemos que ver si la sequía nos cuesta entre 8 o 14 mil millones de dólares. No es un tema menor. Cada vez que han caído las exportaciones primarias el sector externo sufrió, o por caída de importaciones, pérdida de reservas, un salto cambiario, o una combinación de los tres factores. También hay que mirar el resto de las exportaciones industriales, no solo porque han decaído en el último bimestre, sino porque cada vez que las exportaciones primarias sufrieron, arrastran al resto. La contracara de todo esto siempre ha sido el nivel de actividad y más inflación. De modo que la inflación y golpe al sector externo son un desafío. A eso sumemos los pagos que hay que hacer por primera vez netos al FMI, a otros organismos, al Club de París y a los bonistas que suman en total 11.000 millones de dólares este año de capital e intereses".
Sobre el impacto del resultado de las Paso en la economía señaló que "hoy por hoy está instalado que en 2024 habrá una nueva administración. Pero el resultado de la primaria de agosto es muy importante, en términos de definir si confirma definitivamente eso, pasa lo opuesto, o mantiene la incertidumbre hasta octubre. Es claro para los mercados que este último es el peor resultado. De igual manera supongo que frente a un triunfo de la oposición, probablemente el mercado va a pretender ver para creer. Habrá que poner un programa arriba de la mesa y hay una alta probabilidad del "ver para creer". Pero insisto con un tema. No debemos repetir el error estratégico de suponer que los actuales desequilibrios pueden llegar a ocurrir de manera asintomática como en 2015. Hay que alertar a la sociedad que aunque lo que venga no sea ni híper ni corralito es de gran desequilibrio macroeconómico. El ejecutor de la política económica deberá convencer de entrada a la clase política que es un error financiar gasto corriente con endeudamiento. Siempre termina mal. El cambio de régimen económico será sin financiamiento".
Apuntó que se debe respetar el régimen bimonetario que ya ha adoptado la sociedad, la convivencia más que competencia de monedas. Pero también está claro que inicialmente no vamos a tener un esquema de dolarización ni tipo de cambio libre y flotante. "A lo sumo el tipo de cambio libre, flotante y con acceso pleno al mercado es un punto de llegada, de ninguna manera un punto de partida".