Dolar Oficial: - Dolar Blue:- Dolar CCL:- Dolar Bolsa: - Dolar Mayorista: -

EL LIBERAL . Opinión

Zona de confort

30/04/2022 11:12 Opinión
Escuchar:

Zona de confort Zona de confort

Por Francisco Viola.

Todos hemos escuchado la idea de la zona de confort como una suerte de freno que tenemos los seres humanos. Por eso se insta a “salir de la zona de confort” para poder crecer. Esta idea de zona de confort se remonta a una investigación que llevaron a cabo Robert M. Yerkes y John D. Dodson (a principios del siglo XX). A través de sus experimentos, ellos encontraron que un estado de comodidad relativa da lugar a un nivel constante de rendimiento. A partir de eso, se dieron cuenta que si se pretendía optimizar ese rendimiento era necesario producir un cierto grado de ansiedad o de estrés. A ese espacio lo denominaron «ansiedad óptima» y lo ubicaron justamente fuera de las fronteras de la zona de confort. Podemos, por lo tanto, definir a la zona de confort como el estado psicológico en el que nos sentimos seguros y no experimentamos ansiedad ni miedo. En teoría sería ese “espacio” que conocemos completamente y tenemos la sensación que lo controlamos en tu totalidad o en gran parte.

También te puede interesar:

Esta zona que mantiene la ansiedad bajo control y que evita el miedo parece excelente y, personalmente creo que es algo que debemos buscar. Sentirse cómodos o buscar sentirse cómodos suena a positivo y lo es, definitivamente. Es algo que tiene que ver con la calidad de vida, algo que debería ser indispensable para todas las personas. Sin embargo, se insiste como un consejo que aparece con fuerza, actualmente, en todo lo que pretenda el desarrollo personal, cierta psicología y bastante en el coaching. Así se sostiene que al abandonar las zonas de confort podemos aspirar a entrar en la zona de aprendizaje, donde, potencialmente, vamos a crecer más, estar más motivado y desarrollar, de ese modo, un espacio creativo, producto y afectivo, lo que será mucho más rico en matices y que beneficiará nuestra realidad.

En este sentido, creo que sería bueno pensar en términos de buscar el mejor confort, no como espacio que nos limita, sino aquel que nos permite el mejor desarrollo. Para eso es tan importante, en primer lugar, el autoconocimiento. Así, cuanto más nos conozcamos, más podremos buscar lo que nos hace sentir cómodos, sin limitar nuestro crecimiento personal. Cuanto más sepamos lo que nos gusta, nos produce placer, nos genera cercanía, nos hace más productivos, nos da satisfacción, pues más fácil es buscar los espacios donde eso se pude desarrollar de manera más eficaz.

Esto que parece tan simple nos cuesta mucho, porque no siempre hemos aprendido no sólo a descubrir esas cuestiones, sino a darles valor, a pedirlas como un derecho (el de estar bien), el de buscarlas activamente (porque la merecemos) y de procurar que se potencien en la interacción con los demás (defendiendo el consentimiento como norma).

Esto, si a nivel personal ya es complicado, más lo es a nivel de parejas, ya que agrega un factor más a gestionar, pero, también, valga subrayarlo, una oportunidad de mayor creatividad y desarrollo. A lo que me refiero que una pareja será mucho más saludable en la medida que cada uno de los integrantes sea capaz de buscar siempre su zona confortable de crecimiento de modo individual y permita que la zona del otro se desarrolle también. Porque al hacerlo, no sólo se conseguirá que la zona de aprendizaje sea aún mucho mejor para los dos, sino también que hará que la misma pareja produzca una zona de confort donde se potencie todas sus dimensiones. Básicamente, podemos resumir diciendo que debemos buscar esas zonas donde al ser más uno mismo, consigue que la otra persona también lo sea y así el camino al desarrollo creativo, a la expresividad emocional positiva y al crecimiento no será sólo una idea bonita, sino una realidad concreta que viviremos.

FRANCISCO.VIOLA.SALUD.SEXUAL
Lo que debes saber
Lo más leído hoy