Padre Gregorio Makantassis: “Después de esta experiencia global, el mundo ya no será como era, y por ello nos debe movilizar a volvernos a Dios” Padre Gregorio Makantassis: “Después de esta experiencia global, el mundo ya no será como era, y por ello nos debe movilizar a volvernos a Dios”
Desde que se decretó el aislamiento social obligatorio en marzo de este año como consecuencia de la pandemia del Covid-19, las actividades normales de la Parroquia se vieron restringidas. Al comienzo de este inusual período de Cuaresma, muchos pensamos que la epidemia causaría una suerte de corto paréntesis en la marcha habitual de la sociedad, algo que sortearíamos de alguna manera y que pronto las cosas volverían a su cotidianeidad. Pero no será así. Después de esta experiencia global, el mundo ya no será como era, y por ello ante ese cambio que se vive, esta pandemia nos debe movilizar a volvernos a Dios y a pensar más en su voluntad para nosotros. Meditando en lo que es verdaderamente importante en nuestras vidas.
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Es natural que cuando suceden grandes calamidades, nos ocupemos primero de las necesidades materiales para sobrevivir. Pero “no sólo de pan vive el hombre”, sino de toda Palabra que sale de la boca de Dios. Por tal razón comencé a transmitir en vivo a través de la plataforma Facebook una serie titulada “Compartiendo la palabra de Dios”, consistente en enseñanzas y mensajes inspirados en las Sagradas Escritura desde una óptica cristiana ortodoxa. Asimismo en estos tiempos de pandemia oramos por la salud de los fieles y por sus necesidades, por lo que se produjo un acompañamiento espiritual a los fieles de nuestra comunidad de fe, los días sábados a las 19 horas con las oraciones vespertinas o de la tarde y los días domingos con la transmisión de la Divina Liturgia a través de la cuenta de Facebook.
Asimismo, se realizó la formación de los niños de la catequesis por intermedio de la plataforma Zoom.
También esta pandemia resultó en un desafío económico para solventar los gastos que demanda el sostén del culto ortodoxo en Santiago y apelamos al apoyo de los fieles, considerando que la Casa de Dios es la casa de todos. Pues a raíz de las restricciones de circulación y a la limitación de las actividades no se pudieron organizar actividades sociales ni reunión de las comisiones parroquiales.
Durante todo este tiempo estuve al servicio de los fieles de la Comunidad dando respuesta a sus necesidades sacramentales y personales, tales como confesión, bendiciones, oraciones, etc.
