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El “sí a la vida” se escuchó con fuerza en la Diócesis de Añatuya

08/03/2020 23:54 Política
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El “sí a la vida” se escuchó con fuerza en la Diócesis de Añatuya El “sí a la vida” se escuchó con fuerza en la Diócesis de Añatuya

En la catedral de la ciudad de Añatuya se realizó ayer la eucaristía “Sí a la mujer - sí a la vida”, oportunidad en la que el obispo de esa diócesis, monseñor José Luis Corral, enfatizó que “la vida de los más frágiles, vulnerables e indefensos, debe ser objeto de atención amorosa”.

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El religioso se sumó así, en su homilía, al repudio de la Iglesia Católica Argentina por la determinación del presidente Alberto Fernández de enviar un nuevo proyecto de legalización del aborto al Congreso Nacional.

“Como sociedad, comunidad, familia y nación, muchas veces nos sentimos enfermos, rotos y maltratados por tantas formas de violencias y atropellos a los derechos y a la dignidad de las personas. La Iglesia afirma que toda vida es sagrada, que siempre debemos defenderla y cuidarla, la vida se inicia en el momento de la concepción y que el no nacido también tiene derechos qué debemos custodiar. La vida de los más frágiles, vulnerables e indefensos, debe ser objeto de atención amorosa, no poderlos pretender resolver ninguna situación problemática eliminando la vida de otro ser, nadie es descartable”, dijo el sacerdote.

Agregó que “junto al sí a la vida, y de modo inseparable, está el sí a las mujeres, también muchas veces víctimas de modos, estructuras y costumbres que hoy reconocemos como opresivas, invisibilizadoras, injustas y violentas hacia ellas, tanto en la sociedad civil como al interior de nuestra comunidad eclesial”.

“En lo específico al proyecto de legalización no podemos enfrentar el niño por nacer, que reclama el derecho a la vida, y a la madre, que reclama el derecho de la libertad para elegir y decidir si quiere o no continuar con esa vida. No se pueden poner en igualdad de condiciones dos derechos que tienen jerarquías diferentes según los bienes que protegen”, enfatizó.

Consideró luego el obispo de Añatuya que “hoy somos desafiados a diseñar espacios que puedan acoger, acompañar, sanar y fortalecer a mujeres que han padecido abusos, maltratos o que han sido excluidas y marginadas de las oportunidades culturales, laborales y sociales”. l


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