Dolar Oficial: - Dolar Blue:- Dolar CCL:- Dolar Bolsa: - Dolar Mayorista: -

EL LIBERAL . Interior

Monseñor José Luis Corral: “La Navidad nos compromete a ser cuidadores de la vida”

El titular del Obispado de Añatuya envió su saludo de Navidad a la feligresía

El titular del Obispado de Añatuya envió su saludo de Navidad a la feligresía.

24/12/2019 19:46 Interior
Escuchar:

Monseñor José Luis Corral: “La Navidad nos compromete a ser cuidadores de la vida” Monseñor José Luis Corral: “La Navidad nos compromete a ser cuidadores de la vida”

AÑATUYA, Taboada (C) El obispo aÑatuyense José Luis Corral, envió su saludo por esta Navidad que se aproxima, e invitó a la comunidad a participar de los actos religiosos en parroquias y capillas de toda la Diócesis.

También te puede interesar:

El prelado, quien asumió hace muy poco tiempo, primero como coadjutor y luego como titular, está tomando contacto con actores sociales en el amplio territorio diocesano. Reconoce que es un poco el tiempo y le resta visitar muchas comunidades, pero está al tanto de la situación a través de sacerdotes y religiosas.

Al “Padre Corral”, es común verlo caminar las calles de la ciudad y conversar con las personas que se acercan a saludarlo. Participa de actividades donde es invitado, y se empapa de la idiosincrasia del santiagueÑo. Admira profundamente, -y lo expresa públicamente-, la obra misionera de monseÑor Jorge Gottau, primer obispo de esta diócesis. 

“Ya estamos sintiendo el espíritu de la Navidad. Jesús Dios hecho hombre, nos convoca a estar junto a él en el pesebre, estamos todos invitados a cuidar lo débil y lo frágil que hace la experiencia de la ternura de nuestro Dios que viene a visitar a su pueblo, y que nos quiere regalar su luz, su vida y su paz. Por eso también la Navidad nos compromete a ser nosotros cuidadores de la vida en nuestra comunidad, a nuestra familia y los que tenemos cerca. 

Deseo que esta Navidad sea renovar un compromiso con la comunidad, para que también el seÑor se sigue haciendo presente en medio de su pueblo, y que también podamos caminar todos hacia su luz.

Que todo el pueblo de la provincia de Santiago del Estero, podemos seguir caminando en este espíritu de comunión juntos en este nuevo aÑo que el SeÑor nos regala” manifestó monseÑor José Corral en su saludo navideÑo.

MENSAJE NAVIDAD – DIOCESIS DE AÑATUYA – 24 de diciembre de 2019

Hoy estamos alrededor del pesebre, contemplamos al Hijo de Dios hecho hombre, el NiÑo que nace desvalido y pobre en Belén; Dios que se compromete con el ser humano para liberarlo, rescatarlo y elevarlo. Por eso Navidad es fiesta de Dios y del hombre, de la vida y de la esperanza.

Hoy el centro de nuestras miradas es la imagen del NiÑo Jesús en el establo, contento y sosegado por estar en el regazo de su Madre y en los brazos de José. Esta es la seÑal que Dios dio a los pastores: “Encontrarán un niÑo recostado en un pesebre y envuelto en paÑales”. Es una imagen en la que nos embelesamos: un niÑo en el seno de una familia. Lo pobre del pesebre se transforma por el amor familiar de quienes protegen y alimentan la vida, la ternura y la misericordia hace de ese espacio un hogar, un lugar cálido y seguro.

Muchas veces nos dejamos invadir por un cierto pesimismo hacia el ser humano, hacia nosotros mismos, hacia el prójimo. Consideramos la violencia y la injusticia que nos envuelve, de la cual somos parte como actores o porque la padecemos, nos vemos sumidos en una degradación cultural o moral cuando los valores o derechos son devaluados y quedan solo en declaraciones, cuando nos maltratamos con la destrucción ambiental o ecológica, cuando nos sabemos insatisfechos y tensionados por el consumismo que siempre nos presiona a tener más o a cambiar de modelo para estar en onda.

En medio de todo ello la Navidad nos anuncia que Dios cree en el hombre, que la Palabra se hace carne y planta su tienda en nuestro campamento, que su Buena Nueva se siembra entre nosotros como germen de esperanza y que podemos rehacer nuestras vidas desde abajo y desde lo profundo de la historia. Con él podemos transformar la sociedad en un lugar mejor y nuevo para que vivamos todos como hijos y como hermanos, así podemos ser realmente libres si nos dejamos inundar con su luz que nos hace encaminarnos hacia la verdad y la comunión.

Navidad es comprometerse con el mensaje de la Encarnación, hacer que el Evangelio sea fermento de relaciones nuevas, estructuras nuevas y corazones nuevos. Compartir la felicidad del Dios con nosotros en comunión solidaria con los demás, donde nadie quede excluido o marginado, donde no se tolere la miseria o el hambre de muchos junto a la opulencia y avaricia de unos pocos nutrida por la explotación y el lucro, donde no se legitimen desigualdades injustas o se gocen de privilegios escandalosos.

Nuestra patria y nuestro continente, como parte de este mundo global, ha vivido un aÑo marcado por el aumento de violencia, por la inseguridad, por la incertidumbre y la indignación; corrupción con diferentes rostros, ropajes y nombres; recortes y ajustes que han impactado en los salarios y en el trabajo que han generado más pobreza, precariedad en la salud y en la educación. Legislaciones, proyectos y protocolos que no resguardan la vida en todas sus etapas y formas, o no promueven el cuidado del medio ambiente, como se comprometen los candidatos antes de las elecciones.

Como Iglesia también nos dolemos con el escándalo de los abusos sexuales, de poder y de conciencia por parte de sus miembros y ministros; por la incoherencia entre lo que proclamamos y vivimos, por no estar siempre a la altura de lo que el Evangelio nos pide y el Papa Francisco nos lo recuerda.

En medio de todas estas carencias, pérdidas, oscuridades, degradaciones no perdemos la confianza y seguimos anunciando el Evangelio del Reino proclamado por Jesús que es consuelo para afligidos, fuerza para sus seguidores y esperanza para los últimos de la sociedad.

Esta Nochebuena y esta Navidad somos testigos de una gran noticia, cuando el cielo se llena de la gloria de Dios con el canto de los ángeles que le alaban y la tierra se abre a la Paz que brilla en Jesús, en la pobreza del pesebre y en la grandeza del firmamento, acogernos el mensaje de vida y salvación. Vamos y venimos como los pastores, nos sumergimos en el misterio del amor divino, interpretamos desde la Palabra los acontecimientos y celebramos que Dios ha irrumpido en la historia con una grande y alegre novedad.

A Dios le hemos caído bien, él se complace en nosotros, nos mira con ternura y nos abraza en su Hijo. Que también nosotros podamos regalarnos una mirada nueva y dejar que aflore lo mejor de cada uno y que nuevamente nos arriesguemos a confiar en Dios, en la comunidad y en nosotros mismos, para darnos una nueva oportunidad de renacer como personas y como patria donde todos tengan lugar y todos tengan un buen vivir en torno a la mesa común.

Que el aÑo 2020 sea un aÑo marcado por la esperanza, por la reconstrucción de los lazos sociales en reconciliación y respeto, por la solidaridad para salir juntos de las emergencias y urgencias -que cada tanto nos zarandean- y encontrar al fin caminos de progreso y bienestar integral para todos en justicia y en paz.

Muchas bendiciones y Feliz Navidad para todas las comunidades de nuestra querida diócesis del este santiagueÑo, que el Changuito Dios nos llene de nuevo entusiasmo y vitalidad para ser con María servidores de la esperanza del pueblo.

 

+José Luis Corral, SVD

Obispo de AÑatuya

Lo que debes saber
Lo más leído hoy