GOLPEAR HASTA MORIR

Hoy juzgan a dos amigos por el homicidio de Franco Rábago atacado a la salida de un baile

El adolescente fue derribado y desmayado a trompadas el 18 de noviembre de 2019. Lo patearon en la cabeza. Hospital y luto.

Un tribunal juzgará desde hoy a dos amigos, acusados de asesinar a Franco Rábago, un adolescente del B° Sarmiento, en el año 2019, luego de una brutal agresión a trompadas, al parecer después de un desencuentro en una bailanta.

"Homicidio simple", reprimido con penas de hasta 25 años de cárcel, son los cargos enrostrados por los fiscales María Alejandra Holgado y Martín Silva. Con la lectura del alegato de acusación, el debate comenzará hoy y debería terminar el viernes próximo.

En el banquillo estarán sentados Ignacio López y Esteban Acuña. Ambos están sospechados de agredir con furia a Franco Rábago (20) el 18 de noviembre del 2019. Fueron tan graves las heridas, que el adolescente murió en el Hospital Regional el 25 de noviembre.

Puesto en perspectiva, se perfila una batalla con dos criterios diametralmente opuestos. Para la Fiscalía, el nexo causal no se rompió jamás entre la golpiza y el triste desenlace. Enfrente, la defensa intentará hacer prevalecer su posición: sus clientes nunca quisieron matar a Rábago. Y juzga que difícilmente alcanzaran ese objetivo con sus puños.

Asimismo, el querellante Javier Leiva representa a la familia Rábago. Su estrategia tiende a establecer que los dos acusados golpearon sin piedad al jovencito. Ya desmayado, recrudecieron el ataque con trompadas y patadas exclusivamente en la cabeza. Ergo, pudieron detenerse y no lo hicieron; prefirieron herirlo más y más, con "neta vocación homicida".

De la instrucción se desprende que el primer capítulo sobrevino en un baile atestado de jóvenes y alcohol, la madrugada del 18 de noviembre. Algunos testigos indicaron que subyacían diferencias y odios, cuyo rostro decadente se precipitó al amanecer.

Junto a su amigo "Popo" Díaz, Rábago ascendió a su moto y en Castelli y avenida Colón, cerca de la casa de Acuña, se cruzaron con López y el dueño de casa. La versión dominante subraya que López "madrugó" a Rábago de una certera trompada al rostro y lo desmayó.

Hipótesis

Con el joven tirado en la calle, apareció Acuña. Éste habría comenzado a golpearlo en la cabeza, pese a que Rábago estaba inconsciente en la tierra. De no ser por los gritos de los vecinos, quizá la muerte se habría precipitado en el lugar. Satisfechos al contemplarlo inmóvil, López escapó y Acuña ingresó a su vivienda.

Vomitando sangre, unos amigos socorrieron a Rábago y lo condujeron a su casa. El damnificado no habría informado nada a su familia y se fue a dormir. Así, soportó dolores en silencio, hasta que no pudo más y el 24 de noviembre debió ser llevado al Hospital Regional.

Fue asistido por los expertos. Visualizaron coágulos y una fractura en la cabeza y resolvieron una urgente intervención quirúrgica. Al parecer ya era demasiado tarde. El paciente no pudo ser estabilizado y el 25 se informó que tuvo muerte cerebral. La desazón fue total.

Pacto de estrategias, o un sálvese quien y como pueda

Los abogados parecieran compartir la esencia de su descargo, pero diferirían en la forma y la magnitud, léase eventual secuela que gravitaría en el veredicto, de los golpes perpetrados a la indefensa víctima.

Para los abogados de López, Sergio Brandán y Juan Pablo Beltrán, quizá habría sido Rábago el que intentó agredir a los dos detenidos. También, que López sólo le propinó la primera trompada que lo envió al piso desmayado, trascendió de las indagatorias.

Ergo, cada defensor amagaría caminar sobre un terreno minado y con obvios intereses contrapuestos. Sin embargo, en el peor escenario, y ambos liberados a su propia suerte, puede decantar hasta en acusaciones y/o careos. En cambio, el otro abogado, Osvaldo Pérez Robertti, señalaría que Acuña nunca imaginó que con trompadas y patadas en la cabeza de Rábago, el resultado sería la muerte.

En síntesis, más allá de los matices individuales, la estrategia de la defensa sería aferrarse a la hipótesis de un "homicidio preterintencional", es decir una muerte jamás buscada.

Alegato de apertura de los fiscales Holgado y Silva

El tribunal estará conformado por los vocales Graciela Viaña de Avendaño, Julio David Alegre Paz y Raúl Santucho. En este día el debate comenzará con la exposición y alegato del Ministerio Público. Se trata de una síntesis del caso, según la interpretación de Silva y Holgado.

Posteriormente, los vocales notificarán a los dos imputados sobre las acusaciones y les preguntarán si desean o no declarar. Generalmente casi ningún imputado lo hace al comienzo de un juicio. Acceden, si la defensa lo cree conveniente, ya en la etapa decisiva del proceso.

Han sido citados casi una veintena de testigos, entre otros, novias de los dos imputados, amigos y vecinos que contemplaron el incidente frente a la casa de Acuña.

Asimismo, el alto cuerpo recibirá el testimonio de los médicos que asistieron a Rábago. En un aspecto clave para la batalla judicial. Nadie descarta que la defensa, por ejemplo, redireccione la eventual responsabilidad de la tragedia.

Por experiencia, no sería descabellado que alguien sostuviera que no fue el ataque lo que mató a Rábago. Es más, se intuye que podrían alegar de "tardía" la intervención de los galenos. También, pospuesto en demasía el pedido de asistencia, ante una fractura de cráneo, cuyos estragos se registraron (y recrudecieron) entre el 18 y 25 de noviembre del 2019.


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